Se fabricarán solo 5 unidades, y todas con motor V8 de 405 CV
Land Rover volverá a fabricar el Defender clásico con una serie limitada de solo 25 unidades.
El Land Rover Defender clásico aún no ha dicho su última palabra y 25 nuevas unidades serán fabricadas por la división Land Rover Classic. El fabricante inglés se ha propuesto homenajear a sus leyendas del automovilismo, y por supuesto el Defender no podía faltar a esta cita dada la importancia de este modelo a lo largo de los muchos años que ha sido fabricado.
A ello también debemos añadir el importante legado que posee Land Rover, y más concretamente el Defender, en experiencias todoterreno como la Camel Trophy, ahora reinventada como Land Rover Trophy. Por este motivo, en Land Rover han decidido rendir homenaje a este extenso legado plagado de aventuras, volviendo a fabricar el Defender en una serie limitada de solo 25 unidades en configuración V8 y con las carrocerías 90 y 110.
A nivel técnico, los Land Rover Works V8 Trophy emplearán un motor 5.0 V8 atmosférico de 405 CV de potencia máxima y 515 Nm de par máximo. La transmisión será automática por convertidor de par, con 8 relaciones y firmada por el especialista ZF. A ella añadimos tracción total a las cuatro ruedas, reductora, frenos reforzados y suspensiones específicas. Por lo tanto, estamos ante la mejor receta que haya conocido el Defender clásico, añadiendo a esta serie especial llantas de acero específicas, esnorquel, cabrestante, iluminación LED, protecciones ante vuelco, defendesa delantera, cubierta portaequipajes en el techo o estriberas.
Dado que estamos ante un claro homenaje a la Camel Trophy, la configuración de estas 25 unidades se realiza en color Eastnor Yellow para la carocería, y color Narvik Black como pintura de contraste. A ello se añaden logotipos y vinilos de tintes clásicos como guiño a ese pasado, rematando la configuración con un interior tapizado en piel Windsor de color negro.
Los clientes que adquieran esta edición limitada del Defender, cuyo precio supera los 210.000 euros, recogerán sus coches en el Eastnor Castle en Reino Unido. Este lugar no es casual, y es que es donde Land Rover pone a prueba todos sus coches y donde celebra los cursos de conducción todoterreno para sus clientes.