Nueva estrategia de cara a las ITV de los coches más modernos
Las ITV comenzarán a aplicar un nuevo protocolo para obtención de datos relativos al consumo y la contaminación de los coches más modernos.
Las ITV llevan décadas manteniendo controlados el uso de los vehículos matriculados en nuestro país, encargándose de comprobar periódicamente que todos los coches que todos conducimos por nuestras carreteras lo hacen con arreglo a ciertos preceptos de seguridad y contaminación, ajustándose así a la legalidad vigente. VER VÍDEO DE ARRIBA.
La realidad es que nuestros coches cada vez son más modernos y avanzados y, además, son capaces de utilizar el combustible y la energía de manera mucho más eficiente, lo que supone un gran avance en el terreno de la contaminación, uno de los caballos de batalla de la industria del automóvil.
Con la llegada de 2021 entra en juego una nueva normativa europea que ya ha sido aprobada. Se trata del Reglamento de Ejecución 2021/392,aprobado el pasado 4 de marzo, mediante el cual las estaciones de ITV comenzarán a realizar seguimientos de ciertos parámetros relativos al uso de combustible y a las emisiones contaminantes de los vehículos más modernos, una normativa que, según la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos AECA-ITV, supone un gran avance en el control del potencial contaminante del parque automovilístico español.
No será hasta mayo de 2023 cuando esta nueva normativa comience a aplicarse al grueso de vehículos matriculados a partir del pasado 1 de enero de 2021, momento a partir del cual los vehículos que acudan a las estaciones de ITV a realizar cualquier tipo de inspección serán sometidos a una especie de análisis electrónico.
Este análisis se llevará a cabo a través de la toma de diagnóstico electrónico (la conocida toma OBD) mediante la cual las estaciones de ITV tendrán acceso a cierto número de parámetros entre los que se encuentran el uso del vehículo (kilometraje realizado), el consumo medio y, por tanto, las emisiones contaminantes y el uso de las diferentes fuentes de energía en caso de que el vehículo esté equipado con un sistema híbrido.
¿Qué se pretende con esta nueva medida? Básicamente dos cosas: la primera es controlar el kilometraje del vehículo, ya que al analizarse otros parámetros como el consumo global de energía se puede detectar si el kilometraje ha sido modificado. La segunda es el control de las emisiones contaminantes de manera más efectiva, de forma que los vehículos que no cumplan la normativa a lo largo de su vida útil podrán ser sancionados e, incluso, retirados de la circulación independientemente de su edad o kilometraje.