EL PRIMER ALPINE ELÉCTRICO AFRONTA MUCHO TABÚES SOBRE DEPORTIVOS ELÉCTRICOS
Con sus 220 CV, 1.479 kilogramos y 380 km de autonomía, el cohete de bolsillo francés quiere ser un referente de diversión al volante
Llevábamos mucho tiempo esperándolo y por fin tenemos la versión definitiva: hablamos del Alpine A290, la versión deportiva del Renault 5 de un modo similar a los 5 Copa o Copa Turbo de los años ochenta - que en Francia se llamaban Alpine en lugar de Copa. Se trata de un deportivo eléctrico que, por fin, consigue mantener un peso pluma en vacío, menos de tonelada y media de peso (1.479 kilogramos en concreto) con el que promete unas verdaderas sensaciones de cohete de bolsillo. Es decir, la misma emoción de conducir del A110 en un coche más juguetón que inicia la era eléctrica de Alpine, gracias al uso de la plataforma APP de Ampere.
Sobre la base del Renault 5 - una muy interesante, con el eje delantero tomado del Renault Clio y una suspensión trasera con esquema multibrazo - se ha logrado fabricar un deportivo que se identifica con la filosofía original de Jean Rédélé. La de crear coches deportivos con mecánicas sencillas - no muy distinto de la concepción de Colin Chapman, creador de Lotus - que acabó funcionando tan bien tanto en carreras de resistencia como en rallyes por todo el mundo, logrando éxitos el A110 original tanto en los sesenta como en los setenta.
Las versiones base y GT Premium cuentan con 180 CV y 300 Nm mientras que los GT performance y GTS cuentan con 220 CV, logrando acelerar de 0 a 100 en 6,4 segundos - además cuentan con una función Overtake con la cual, pulsando un botón, se aumenta la potencia durante unos 10 segundos, teniendo que esperar 30 segundos para volver a activarlo (o 15 segundos para un impulso de 5 segundos). Su batería de 52 kWh le permite alcanzar una autonomía homologada de 380 kilómetros en ciclo WLTP, además del hecho de poder recibir en el futuro actualizaciones Over the Air.
El sonido del Alpine también sorprenderá, puesto que sí, será eléctrico pero con sonido.Dos, de hecho: un tono de sonido para cuando se utilice como coche normal (no deja de ser práctico, con carrocería de 5 puertas y 326 litros de maletero) y un tono más fuerte como deportivo que sonará si le damos caña en puertos de montaña o circuitos gracias al sistema de sonido de Devialet con 9 altavoces y un amplificador. También encontramos unas llantas de 19 pulgadas con un diseño particular así como los mismos frenos Brembo que lleva el Alpine A110, al que el A290 pretende emular en lo que a sensaciones se refiere.
De momento habrá que esperar hasta poder ver al A290 en acción y en los concesionarios, pero no cabe duda de que marca el inicio de la hoja de ruta de la marca francesa para el futuro. Dado que el Alpine A110 dejará de venderse por cuestiones de normativa de la Unión Europea en 2026, en el futuro llegará un nuevo A110 con propulsión eléctrica. Además, la marca de Dieppe ha prometido que llegará un crossover GT del segmento C.