Evita sustos cada vez que arranques tu coche tras una fría noche en la calle
Los animales callejeros encuentran, en el interior de los coches, un refugio seguro y cálido en el que pasar la noche.
Hace ya tiempo que hemos dejado el verano atrás, y pese a que sólo llevamos un mes de otoño, la sombra del invierno comienza a cernirse sobre nosotros acompañada por el mal tiempo, el frío y las precipitaciones que estamos soportando en los últimos días. Para nosotros la solución es sencilla: encender la calefacción, abrigarnos o echarnos una buena manta cuando llegamos a casa.
Sin embargo, éstas soluciones no son válidas para todos los animales callejeros que no tienen dónde pasar la noche y que cada jornada intentan encontrar un escondrijo donde pasar a gusto la noche. Con la llegada del frío su instinto despierta y la búsqueda de un sitio seguro y cálido donde pasar la noche se convierte en una cuestión de supervivencia.
Es por eso que, especialmente los felinos, con su extraordinaria flexibilidad, encuentran en el vano motor de nuestros coches el lugar idóneo para pasar la noche: se trata de un lugar cálido, de difícil acceso para posibles depredadores y que, además, les protege de la humedad y el frío. Pero al llegar el día su escondrijo puede convertirse en una trampa mortal si arrancamos nuestro coche y los gatitos no han abandonado el vano motor a tiempo.
Ahí es donde la DGT nos recuerda que un simple gesto, un par de golpecitos con la palma de la mano al capó de nuestro coche antes de arrancar son suficientes para ahuyentar a los posibles huéspedes que hayan habitado el motor de nuestro coche durante la noche: tendrán así unos segundos para salir corriendo antes de que el motor se ponga en marcha y puedan sufrir daños por culpa de los distintos elementos móviles o especialmente calientes que esconde el vano motor de un coche.