NO IMAGINAS ALGUNOS
Llevar una botella de agua destilada en el coche es un pequeño gesto que puede tener grandes beneficios e incluso marcar la diferencia entre un susto y un "drama".
A menudo, los coches se convierten en una extensión de nuestros hogares, pudiendo transportar una variedad de objetos cotidianos que, a primera vista, pueden parecer fuera de lugar en un vehículo. Desde paraguas hasta mantas, pasando por linternas y herramientas de distinta índole, la creatividad (y la previsión) al empacar el automóvil para cualquier eventualidad no tiene límites.
Entre esos útiles, uno de los más curiosos y funcionales es, sin duda, la botella de agua destilada. Aunque muchos puedan preguntarse por qué alguien llevaría esto dentro del maletero, la realidad es que apenas un litro de este líquido tiene varios usos prácticos que pueden resultar extremadamente beneficiosos en diversas situaciones. He aquí 3 de ellos. ¿Los conocías?
Uno de los usos más comunes del agua destilada en un automóvil térmico es para el sistema de refrigeración del propulsor. A diferencia del agua corriente, esta no contiene minerales ni impurezas que puedan acumularse y causar corrosiones o bloqueos en el circuito. Sólo en caso de emergencia, si el nivel de refrigerante es bajo a causa, por ejemplo, de una fuga, sirve como solución temporal para evitar un sobrecalentamiento.
El agua destilada es ideal para la limpieza de vidrios y faros, además de otras zonas no relacionadas con la visibilidad. A diferencia de la del grifo, no deja manchas ni residuos, lo que garantiza claridad si se aplica con un paño limpio. Además, también es perfecta para disolver o mezclar líquidos más específicos y concentrados, por no hablar de su correcto funcionamiento en el depósito del limpiaparabrisas.
En situaciones donde el acceso a agua limpia es limitado, como una avería durante un viaje que atraviesa un área seca y remota, el agua destilada puede servir, por ejemplo, para la higiene personal básica. Se puede utilizar para lavarse, limpiar heridas o incluso para beber e hidratarse en caso de extrema necesidad, aunque su falta de minerales la hace poco recomendable para el consumo habitual.
En definitiva, llevar una botella de agua destilada en el coche es un pequeño gesto que puede tener grandes beneficios e incluso marcar la diferencia entre un pequeño susto y una situación más o menos desagradable. La próxima vez que prepares tu coche para viajar, considera añadir este recurso, aparentemente ordinario, a tu kit de emergencia.