UNA ESCENA HABITUAL
La llegada del mal tiempo hace que los conductores tengamos que extremar las precauciones a la hora de circular con la mayor seguridad posible. Entre las medidas que debemos aplicar es la de intentar ver y ser vistos lo mejor posible, algo que muchos conductores no saben llevar a la práctica y que incluso, puede ser motivo de multa.
Estamos a pocas horas de la llegada definitiva del invierno estacional, aunque lo cierto es que a efectos meteorológicos -y no de calendario- hace ya casi un mes que estamos inmersos en la estación más fría del año. A esta característica se le añaden otras como la menor cantidad de horas de luz o la probabilidad de encontrarnos con situaciones que disminuyen la seguridad a bordo, como las lluvias constantes o el hielo en la carretera.
Por eso, los conductores debemos asimiliar -y debemos aplicar- una serie de conceptos que no tenemos porqué llevar a cabo en otras estaciones del año y que, sin embargo, son básicas para poder circular con la mayor de las garantías posibles. Una de esas medidas es asegurarse del buen estado de elementos básicos de nuestro vehículo como el sistema de climatización, evitando así que los cristales se empañen por la humedad, o del sistema de limpiaparabrisas, con escobillas que sean capaces de evacuar el agua del cristal lo más eficazmente posible.
Otra de esas medidas es la correcta utilización del sistema de alumbrado. Es cierto que en los últimos años la inmensa mayoría de los vehículos nuevos ya cuentan, de serie, con un sistema de encendido y apagado automático de la iluminación de cruce que permite al conductor despreocuparse de ello en la mayoría de ocasiones, pero también es cierto que es responsabilidad última del usuario del vehículo el correcto uso de todos los sistemas de iluminación de los que dispone el vehículo.
Las luces que nadie utiliza correctamente -y su multa por ello-
Hay un sistema de iluminación que parece que se nos sigue atragantando a la inmensa mayoría de conductores, posiblemente por desconocimiento y por poco hábito de uso. Hablamos de la iluminación antiniebla que, como indica su propia nomenclatura, están diseñados en última instancia para utilizarse en situaciones de niebla en la que la visibilidad es muy reducida. Estas luces también deben utilizarse en situaciones de lluvia extrema y, en general, en situaciones en las que la visibilidad esté reducida a la mínima expresión. Eso sí, ateniéndose a una serie de normas:
La multa por la mala utilización de este sistema de iluminación es de 200€ que, eso sí, no llevan aparejada ninguna reducción de puntos.