YA NO TENDREMOS QUE USARLAS
Una de las grandes incógnitas que se ha vivido en estos últimos años con la vuelta a la normalidad tras el confinamiento ha sido el fin de las mascarillas en el transporte público, y será el 7 de febrero cuando estas dejen de ser obligatorias.
Desde aquel marzo de 2020 en el que el mundo entero se paralizó y tuvo que enfrentarse al confinamiento cambiaron muchas cosas. Primero la incertidumbre a la hora de salir a la calle, segundo la desescalada paulatina con sus correspondientes recesiones debidas al incremento de casos y tercero el uso y desuso de las mascarillas, las cuales llegarán a su fin el próximo 7 de febrero, fecha en la que dejarán de ser obligatorias en el transporte público.
Y es que a lo largo de estos tres años hemos vivido en varias ocasiones, al menos en España, la obligatoriedad de llevar mascarilla por la calle. Pero donde nunca ha cambiado ha sido en el transporte público, teniendo que llevarla puesta en autobuses, metro, aviones, trenes y también VTC y taxi independientemente de lo que tuviésemos que hacer al aire libre y en establecimientos.
Así, y después de que el Gobierno haya analizado la situación, se ha decidido derogar la presencia de estas en transporte público. Concretamente este cambio será vigente el próximo día 7 de febrero, aunque no se hará efectivo, seguramente, hasta el día siguiente, el 8 de febrero.
Esto se debe a que, tal y como apuntaba Carolina Darias, será el 7 de febrero cuando el Consejo de Ministros apruebe el fin de la obligatoriedad del uso de mascarillas en el transporte público. De esta manera, se hará efectivo el 8 de febrero, pudiendo dejar de usarla antes de lo previsto.
Y es que todo apuntaba a que sería en el mes de marzo cuando esta situación se hiciese efectiva, pero Moncloa ha tomado la decisión de adelantarla. Sea como fuere, la mascarilla seguirá siendo obligatoria en ciertos lugares, tales como centros sanitarios -hospitales, centros de salud, clínicas…- y farmacias.
A su vez, es necesario aclarar que, en caso de que se produjese un despunte de casos de coronavirus como ocurrió otrora, la mascarilla podría volver a estar en vigor tanto en transporte público como en establecimientos cerrados.