El proyecto de investigación y desarrollo que está llevando a cabo el fabricante Ford se adentra en una nueva etapa. Tras diferentes pruebas y ensayos en carretera y pistas cerradas,
los coches autónomos fabricados por Ford se acercan a su prueba final en tráfico abierto. Pero antes de llegar a convivir con el resto de conductores, el proyecto
Ford Fusion Hybrid Autonomous Research Vehicle tendrá que terminar de pulir sus tecnologías en la ciudad laboratorio
Mcity en Michigan.
Una ciudad "fantasma" construida a escala real para el único propósito de simular escenarios y condiciones iguales a los de una gran ciudad.
Mcity es, como ya hemos denominado anteriormente,
una ciudad fantasma desarrollada por la Universidad de Michigan para poner a prueba los sistemas de conducción autónoma en los que están trabajando numerosos fabricantes y compañías tecnológicas. El futuro de industria del automóvil está íntimamente ligado a la evolución de los sistemas de asistencia a la conducción, y el mejor escenario antes de pasar a las pruebas en tráfico abierto son este tipo de escenarios a escala real. Hablamos de
una superficie de 130.000 metros cuadrados en los que se han instalado semáforos, rotondas, diferentes firmes, vías de hasta cuatro carriles, pasos a nivel, túneles, etc. A través de las pruebas que se lleven a cabo en este recinto,
Ford pretende concluir con la fase de aprendizaje y mejora de la tecnología LIDAR que es la base de trabajo del sistema de conducción autónoma.
La importancia del trabajo en Mcity es muy alta, ya que
tras la puesta a punto de la tecnología tocará dar el paso definitivo hacia el tráfico real. Firmas como Google, Delphi, Bosch o Continental ya trabajan en escenarios reales con sus propios sistemas de conducción autónoma. Si todo sigue según lo previsto, Ford afirma que podría poner a la venta vehículos autónomos antes de llegar a 2020.