La sexta generación del Clase C llegará este verano a España
Rivalizar frente a otras marcas alemanas en el competido mercado de las berlinas Premium nunca ha sido sencillo. Sin embargo, Mercedes tiene una receta muy convincente.
El nuevo Mercedes Clase C 2021 tiene las cosas muy claras. Desde la compañía de la estrella saben qué es lo que les gusta a sus clientes y por eso han apostado por una imagen sobria y elegante por fuera que nos trae reminiscencias a la Clase S, casi como si de un hermano menor se tratara. Si bien la imagen parece muy continuista, lo verdaderamente revolucionario llega en su interior, donde tanto la plataforma como el tren motriz supone un importante salto respecto a la generación saliente, la quinta.
Cada movimiento debe ser medido y estudiado. No obstante, estamos frente a uno de los best-sellers de la compañía, especialmente en el mercado chino, en el que se ha convertido en auténtica referencia desde la llegada de su predecesor en 2014 entre las clases más adineradas. Exteriormente, tiene ciertos rasgos que nos recuerdan a otros compañeros de catálogo, entre ellos unos grupos ópticos y una calandra que tienen gran parecido con los de la Clase E de Mercedes-Benz, aunque sigue siendo la Clase C saliente el espejo en el que más se ha mirado.
Las carrocerías presentadas hasta el momento son la de la berlina cuatro puertas y su variante familiar, ambas compartiendo la misma longitud, 4,75 metros de largo, además de ser más anchos y más bajos que los predecesores, con el objetivo según la marca alemana de ganar en confort. Se trata de mantener esa imagen de “salón sobre ruedas”, por lo que el habitáculo del nuevo Mercedes Clase C también presenta una buena cantidad de gadgets y tecnología para que los ocupantes puedan disfrutar aún más del viaje. El volumen de carga se establece en el caso del modelo familiar en 490 litros.
En la consola central destaca una pantalla de 11,9 pulgadas en disposición vertical, en la cual, además del sistema de infoentretenimiento también se podrán gestionar otros parámetros como el climatizador, el cual carece de mandos físicos, o el propio navegador. Al contrario que en la Clase S, no cuenta con Head-Up Display, recogiéndose toda la instrumentación digital en una pantalla de hasta 12,3 pulgadas situada frente al conductor.
Entre algunos de los elementos más destacados, nos encontramos con que la presencia del eje trasero directriz entre las opciones extras, lo que permite que el eje posterior gire hasta 2,5 grados para ayudar a redondear aún más la curva y facilitar también los giros más complejos, mientras que entre los elementos de serie se pueden encontrar los faros matriciales Digital Light, el control de crucero adaptativo Distronic o el reconocimiento de señales, el cual ha sido mejorado e incluso es capaz de alertar de la señalización propia de secciones en obras.
En clave mecánica, los Mercedes Clase C contarán con mecánicas de cuatro cilindros electrificadas en toda su gama y asociados a cambios automáticos 9G-Tronic de convertidor de par y nueve relaciones. Se espera que, entre los modelos, además de versiones con hibridación ligera, también esté disponible un híbrido enchufable, Con 313 CV de potencia combinada y una autonomía de 100 km en modo totalmente eléctrico. El rango de potencia va desde los 170 CV de las variantes de gasolina C 180 hasta los 258 CV ya confirmados para el C300, que cuenta con un bloque de 2.0 litros.
Mercedes no renuncia a los diésel y también tendrán una completa gama desde los 163 hasta los 265 CV, todos ellos con propulsores de 2.0 litros e hibridación ligera que les otorga la etiqueta ECO tal y como sucede con los gasolina. Todos ellos estarán disponibles en la red de concesionarios de la marca a partir del verano, pero los libros de encargos estarán disponibles a partir del 30 de marzo.