Los concesionarios españoles ya admiten pedidos
La variante más salvaje del Mercede-AMG GT llega con un diseño similar al de los coches de competición, una puesta a punto específica y 730 CV de músculo alemán.
Los últimos cambios introducidos en la gama Mercedes -AMG GT han reducido el catálogo a dos versiones: el AMG GT C y el AMG GT R. El primero tiene una potencia de 557 CV, mientras que el segundo apuesta por un enfoque más radical y lleva su motor V8 hasta los 585 CV para convertirse en la alternativa más potente del supercar alemán, al menos hasta la llegada del espectacular Mercedes-AMG GT Black Series. El último integrante de la exclusiva familia Black Series vio la luz hace unos meses, pero todavía no había aterrizado en los concesionarios ni tenía precio.
Con la llegada del otoño, el fabricante de la estrella ha anunciado que ya admite pedidos de esta bestia con especificaciones propias de un coche de carreras, por lo que la gama queda completa y el Black Series se convierte en la variante más rápida que se puede comprar. También es la más cara, de hecho, prácticamente cuesta el doble que el Mercedes-AMG GT R, concretamente 415.000 euros. Semejante cifra le sitúa por encima de otros modelos “carreras-cliente”, como el Porsche 911 GT2 RS de 720 CV o el McLaren 765LT de 765 CV.
A cambio, es lo más parecido a un coche de competición homologado para circular por la vía pública. Prueba de ello es su diseño, que combina soluciones aerodinámicas de los Mercedes AMG GT3 y GT4 de carreras, como el enorme alerón trasero ajustable, las múltiples entradas de refrigeración repartidas por la carrocería o el capó de fibra de carbono. A nivel de chasis, también cuenta con elementos propios de los circuitos, como las llantas forjadas, los frenos carbocerámicos o los cojinetes de las horquillas del eje trasero, que permiten mantener la convergencia y la caída de las ruedas en cualquier situación.
Por su parte, el motor V8 biturbo de 4.0 litros que montan las demás versiones del Mercedes-AMG GT ha sido llevado hasta los 730 CV y desarrolla 800 Nm de par máximo entre las 2.000 y las 6.000 revoluciones por minuto. Este bloque manda toda la potencia a las ruedas traseras a través de una caja de cambios automática Speedshift DCT AMG de 7 velocidades. Gracias a ello, el Black Series acelera de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos y alcanza una velocidad máxima de 325 km/h.
Dentro, una estructura de seguridad convive con la fibra de carbono y el Alcantara, presentes en los asientos de tipo bucket, el volante, el túnel central, los paneles de las puertas y el salpicadero. A pesar del enfoque radical de esta versión, no faltan elementos de confort, como el sistema de sonido Burmester, la pantalla táctil central compatible con Apple CarPlay y Android Auto, la radio digital o las luces de carretera automáticas.