¿Qué sucede con los seguros del coche cuando se dan circunstancias tan excepcionales como la borrasca Filomena?
Las borrascas tan extremas como la que nos ha atravesado durante el pasado fin de semana ponen a prueba a las aseguradoras.
Las aseguradoras se encargan de velar por los conductores cuando las circunstancias son excepcionales: hablamos, por ejemplo, de un accidente de circulación o de un daño al vehículo ocasionado por el propio conductor a consecuencia de un despiste o avería. Sin embargo, en ocasiones las circunstancias son tan sumamente excepcionales y extremas que ni siquiera las aseguradoras son capaces de hacerse cargo.
¿Qué sucede con mi coche si, durante una borrasca como Filomena, sufre daños estando estacionado en vía pública? ¿Qué va a pasar con los extraordinarios daños que se han producido en las carreteras y los cientos de vehículos que han tenido que ser remolcados y rescatados tras quedar atrapados en la nieve? VER VÍDEO.
La realidad es que todo depende de dos factores: las condiciones particulares de nuestra póliza y los daños que se hayan producido. De esta manera, las aseguradoras no suelen cubrir en caso de daños catastróficos o fenómenos meteorológicos extremos a no ser que nosotros, a título personal, hayamos solicitado que se cubran éstos daños en nuestra póliza para lo que, posiblemente, hayamos tenido que pagar más. De esta manera, en caso de que un árbol se venza por cargarse de nieve y aplaste nuestro coche, es más que probable que nuestra aseguradora no cubra los desperfectos.
Para las circunstancias extremas existe el denominado como Consorcio de Compensación de Seguros, un ente que se hace cargo de los daños en caso de circunstancias anómalas como las inundaciones o los vientos superiores a los 120 km/h pero que, sin embargo, no cubre por ejemplo los daños ocasionados por la nieve. Deberemos reclamar, por tanto, al titular del terreno o vía en la que se ha producido el daño.