La huída de los coches diésel eleva las ventas de coches gasolina
El auge de los motores gasolina, que emiten más CO2, dispara la recaudación por impuestro de matriculación
La caída en desgracia de los coches diésel está teniendo importantes cosencuencias en todos los aspectos, consecuencias que además se ven agravadas por la puesta en marcha de normativas y regulaciones que aumentan el miedo hacia el uso y compra de un vehículo alimentado por gasóleo. La principal muestra de este miedo a todo cuanto tenga que ver con el diésel lo encontramos en las ventas de coches, ventas que en lo va de año han dejado patente una rápida y continuada disminución de la cuota de mercado de los coches diésel.
Sin embargo, en un mercado tan profundamente vinculado al diésel durante años, la rápida huída del diésel ha provocado que el grueso de los clientes confíen en motores gasolina, motores que emiten más emisiones de CO2 que el diésel equivalente y que por ende suelen verse gravados por un impuesto de matriculación más alto. Si por regla general cada vez era más común ver motores diésel capaces de librarse del impuesto de matriculación al emitire menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro, la caída en desgracia del gasóleo ha provocado que el grueso de los clientes apuesten por la alternativa gasolina equivalente que rara vez no estará gravada con un IM del 4,75% o más al superar la barrera de los 120 gramos. Si pasamos de los 160 gramos el impuesto ya supone un desembolso del 9,75%.
Ante este panorama marcado por un creciente aumento de las ventas de coches gasolina, el periodo de Enero a Septiembre de 2018 se ha visto marcado por un aumento de la recaudación del 31,4% en concepto de impuestro de matriculación. En lo que llevamos de año se han recaudado nada menos que 367,8 millones de euros, cifra que seguirá aumentando en cantidad y porcentaje si tenemos en cuenta que desde el pasado mes de Septiembre también entró en vigor el nuevo Ciclo WLTP - de impacto rebajado por la moratoria de 2 años aprobada por el Gobierno - que refleja unas emisiones más reales que nos llevan a hablar de unas emisiones también más elevadas.