SE CONDUCE CUATRO VECES PEOR
Los efectos del alcohol en la conducción no desparecen cuando nuestro organismo lo elimina: el malestar generado por la resaca también tiene consecuencias.
Según la Dirección General de Tráfico (DGT), 12 de cada 100 conductores se ponen al volante después de haber tomado alcohol o de haber consumido estupefacientes. El problema es que son muchos los que creen que los efectos de estas sustancias terminan con la ingesta, pero lo cierto es que pueden manifestarse al día siguiente cuando aparece la temida resaca. ¿Es peligroso conducir en este estado?
Tras una noche de excesos y aunque el alcohol haya desaparecido del organismo, sus efectos pueden seguir notándose de la mano de la resaca. Un estudio de la Universidad de Keele (Reino Unido) hace hincapié en que los conductores, a menudo, no se dan cuenta de cómo deteriora este malestar sus capacidades al volante. Tanto es así que las autoridades comparan sus efectos con los del uso del móvil al volante. ¿Cuales son los efectos.