DEBES TENERLO EN CUENTA
Pensamos que las infracciones de tráfico son las únicas que conllevan multa, pero molestar a un peatón de esta manera puede implicar una sanción de 100 euros.
Cuando conducimos debemos hacerlo de manera prudente y respetuosa, principalmente porque no estamos solos en la calzada. Sin embargo, esto no solo se aplica sobre otros vehículos, sino también sobre los peatones. De esta manera y en busca de velar por la seguridad y bienestar de estos, existe una multa de 100 euros en caso de salpicarlos con el coche.
Y aunque bien es cierto que las altas temperaturas ya han irrumpido en prácticamente todo el panorama nacional, no estamos, ni mucho menos, exentos de las feroces tormentas de verano. De esta forma, resulta muy habitual que se formen charcos en la calle que, en caso de pasar por estos rápido, podemos salpicar a los viandantes.
Al fin de cuentas estamos hablando de una acción muy molesta e incívica que podemos evitar o bien esquivando los charcos que se forman en la medida de lo posible, o bien reduciendo la velocidad al pasar por estos. Sin embargo, en caso de no hacerlo los agentes de la ley pueden ampararse bajo el Reglamento General de Circulación.
Concretamente por medio del Artículo 2 del mismo, el cual reza de la siguiente manera: “Los usuarios de la vía están obligados a comportarse de forma que no entorpezcan indebidamente la circulación, ni causen peligro, perjuicios o molestias innecesarias a las personas, o daños a los bienes”.
Esto implica que la acción de salpicar no está recogida como tal en el Reglamento General de Circulación. Sin embargo, dicho artículo es lo suficientemente global como para cubrir esta acción y generar una multa a aquellos que osen molestar a un peatón ante la presencia de un agente de la autoridad.
Y aunque bien es cierto que esta no conlleva pérdida de puntos del carnet de conducir, sí implica una sanción económica. Concretamente, esta es de 100 euros, pero por norma general se reduce hasta 80 euros, cifra que no debe ser justificante para no adoptar una actitud más cívica a la hora de conducir.