PARA MAYOR SEGURIDAD

El momento crítico para los motoristas que la DGT quiere hacer menos peligroso

Las motocicletas cuentan con gran aceptación en nuestro país, pero es evidente que su uso comporta una serie de riesgos que sus conductores deben comprender y saber gestionar para disfrutar de una circulación segura y tranquila.

Cada vez son más los usuarios que deciden utilizar una motocicleta en lugar de su coche, especialmente para pequeños desplazamientos urbanos en los que la ganancia de tiempo y la reducción de coste respecto a un coche pueden ser más que notable. De cualquier manera, no podemos olvidarnos de los usuarios de toda la vida, aquellos que disfrutan de salidas y largos viajes por carretera a lomos de su moto de gran cilindrada y potencia.

La conducción de una motocicleta es completamente diferente a la de un coche, algo lógico si tenemos en cuenta la construcción de una moto y la construcción de un coche. La siniestralidad también es más alta, ya que un accidente o una caída a poca velocidad suelen ser más lesivas que un accidente similar a bordo de un coche. La Dirección General de Tráfico es perfectamente consciente de ello, de ahí que nos recuerde cuáles son los mayores peligros a bordo de una moto.

Tanto es así, que a través de su perfil en X (anteriormente conocida como Twitter), la DGT ha recordado a los motoristas cuál es el "momento crítico" que deben siempre afrontar con seguridad.

El "momento crítico" que los motoristas deben tener en cuenta

Estamos hablando de las entradas en curva, momento crítico para un motorista, que debe tener claro cómo actuar. ¿Cómo debe un motorista negociar una curva con su moto?

  • Aproximación: es el momento más lento de todo el trazado. Se debe frenar y reducir marchas a la vez para conseguir una retención adecuada y llegar al inicio de la curva a una velocidad apropiada. Es necesario fijar la mirada en el punto más lejano posible de la curva, y tras terminar de frenar, comenzar a inclinar la motocicleta.
  • Trazada: la aceleración se dosifica para mantener la velocidad. Siempre que sea posible, es recomendable no frenar en medio de una curva ya que la adherencia puede jugarnos una mala pasada.
  • Salida: sólo cuando comenzamos a enderezar la moto y dejamos atrás la zona en la que hemos circulado con la motocicleta inclinada podemos empezar a meter gas y acelerar con seguridad.