SEGURIDAD VIAL
En 2022, la normalidad regresó a las carreteras españolas… y 1.145 personas perdieron la vida: es la cifra más alta desde 2019. Esta cifra ha llevado a la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) a recuperar la petición que hicieron a la DGT hace unos meses: llevar a cabo una serie de cambios en el carnet para que los conductores estén mejor formados.
Hace unos meses, la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) hizo una petición a la DGT: añadir, a las clases prácticas del carnet, una formación obligatoria que acredite que el conductor sabe circular por una carretera convencional. Ahora, retoman la cuestión con ciertos matices y lo hacen amparándose en las cifras: en 2022, 1.145 personas perdieron la vida en las carreteras españolas. Es la cifra más alta desde 2019, el último año de normalidad antes de la pandemia.
2022 ha sido el año en el que la movilidad ha recuperado sus niveles habituales: se han registrado 439,8 millones de desplazamientos de largo recorrido, un 3% más que en 2019, que había sido, hasta ahora, el año de referencia, ya que no era posible llevar a cabo comparaciones con 2020 y 2021 debido a la pandemia del coronavirus.
Las carreteras convencionales
El incremento de los trayectos se ha traducido en un aumento de la mortalidad: se ha elevado un 4%. Y es que, como apuntábamos antes, 2022 terminó con 1.145 fallecidos en vías interurbanas: 44 más que en 2019. Es, sin embargo, una cifra profesional porque sólo se han tenido en cuenta las muertes producidas en las primeras 24 horas tras el siniestro.
El 73% de las personas que perdieron la vida, lo hicieron en una carretera convencional (vías con un único carril por sentido sin separación entre ellos). Esta cifra ha sido la razón para que la CNAE vuelva a pedir a la DGT mejoras en la formación de los conductores: recuerda que la actual Ley de Tráfico permite crear módulos de concienciación que, desde su punto de vista, deberían sumarse a la enseñanza de la conducción.
Desde la CNAE consideran fundamental “saber circular con seguridad por las vías más peligrosas, que son las carreteras convencionales” y recuerda que “en muchos sitios, los alumnos no circulan por una vía secundaria hasta que no obtienen el permiso porque no se lo piden en el examen para sacárselo”.
Por ello, creen que “Tráfico debería exigir un número mínimo de kilómetros de circulación por este tipo de vía. CNAE ha propuesto diversas fórmulas para subsanar la mencionada carencia allí donde la prueba práctica no puede materialmente transcurrir por una carretera secundaria”.
Otros problemas
Los datos desvelan, por otro lado, que uno de cada cuatro fallecidos en coche o furgoneta no llevaban puesto el cinturón de seguridad: “Que el 25% de los muertos en turismo o furgoneta no llevasen el cinturón de seguridad es algo que se repite año tras año y no por el desconocimiento de la norma, sino por una ausencia total o parcial de la percepción del riesgo”.
Y a esto hay que añadir el incremento de la mortalidad en la franja de edad que va desde los 55 a los 64 años (+23%): para la CNAE la respuesta a estas problemáticas es “invertir en formación”.