UNA INFRACCIÓN RECURRENTE
El uso de la bicicleta se ha multiplicado en los entornos urbanos, pero su utilización está sujeta a una serie de normas que todos los ciclistas deben cumplir para garantizar la seguridad de todos.
A nadie se le escapa el hecho de que, a estas alturas, en los núcleos urbanos la movilidad personal se ha transformado de manera ya casi irreversible. Hace muchos años era el vehículo privado el que dominaba, y si bien en los últimos años el transporte público ha ganado protagonismo, la llegada a nuestras vidas de la pandemia de la COVID-19 ha vuelto a cambiar una vez más los hábitos de movilidad de los ciudadanos.
Así, cada vez se otorga más peso a la movilidad personal sostenible, representada fundamentalmente por tres alternativas: la movilidad caminando, la movilidad en bicicleta y la movilidad haciendo uso de los patinetes y patinetes eléctricos, más conocidos también como Vehículos de Movilidad Personal (VMP). Cada vez existe también un mayor número de usuarios de este tipo de transporte, de manera que también existe una mayor interacción entre los diferentes usuarios de las vías que todos compartimos.
Por eso, la DGT ha tomado cartas en el asunto y en los últimos meses ha trabajado con intensidad para regular, de una vez por todas, el funcionamiento, las normas y el comportamiento de los usuarios de patinetes eléctricos y bicicletas cuando se trata de una convivencia "segura" en la vía pública. Lamentablemente, pese a que la inmensa mayoría de usuarios de bicicleta respetan las normas de circulación, muchos no conocen la gravedad de algunos simples gestos que consideran "inofensivos".
La multa de la DGT a los ciclistas
De esta manera, hay un gesto que aparentemente no supone ningún problema pero que, en realidad, es una infracción que cometen muchos ciclistas, la mayoría por puro desconocimiento. Tanto, que la propia Dirección General de Tráfico ha tenido que lanzar un recordatorio a través de sus redes sociales. Estamos hablando del uso de los pasos de cebra, de los pasos de peatones que, como su propio nombre indica, están diseñados para dotar de prioridad únicamente a los peatones.
¿Qué supone esto? Básicamente que cualquier otro usuario más allá de un peatón va a tener que bajarse del vehículo que esté utilizando si pretende cruzar un paso de cebra, un gesto que pocos ciclistas realizan y que en la práctica supone una multa de 200€ en caso de incumplimiento ya que el reglamento de circulación lo considera una infracción de tipo grave. Eso sí, no se retirarán puntos del carnet de conducir en ningún caso.
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