¿QUÉ PASA CON LAS PEGATINAS DE LA ITV?
Las ITV cumplen una función de seguridad muy importante en nuestro país, de ahí que los conductores también tengamos que cumplir ciertas normas.
Seguro que la inmensa mayoría de vosotros, lectores, habéis tenido que acudir alguna vez a una estación de ITV para realizar la inspección técnica preceptiva a vuestros vehículos. Ya sabemos que acudir a la ITV de manera periódica es un trámite obligatorio que todos los usuarios de vehículos con cierta antigüedad deben realizar para garantizar así que todos los vehículos que circulan por nuestras carreteras lo hacen cumpliendo unas exigencias mínimas de seguridad.
Cada año millones de vehículos se someten a las pruebas de las ITV con las que se verifica el buen estado de nuestras motos, coches, furgonetas, camiones y autobuses, una verificación que también se extiende a otros terrenos como el administrativo, verificando también que los vehículos que acuden a la inspección técnica cuentan con la documentación pertinente y están cubiertos por un seguro de responsabilidad civil obligatoria.
Bien, supongamos que acudimos a la ITV y, tras unos minutos examinando diversos elementos de nuestro coche, el resultado final es que la inspección es satisfactoria y, en resumen, "hemos aprobado" hasta la siguiente ocasión. ¿Qué sucede entonces? Pues que nos entregan la documentación pertinente junto con una pegatina de un color determinado, que acredita que hemos superado la inspección y que nuestro vehículo es apto para la circulación. En ese momento, seguro que la mayoría adhiere la pegatina en el parabrisas y fin de la historia.
La multa por culpa de las pegatinas de la ITV
Pues bien, igual que sucede lo que acabamos de describir, seguro que conoces a más de una persona que lleva una auténtica 'colección' de pegatinas de ITV en el parabrisas de su coche, ya que se dedica a colocar las pegatinas de las sucesivas inspecciones sin retirar las anteriores. Esta actitud puede jugarnos una mala pasada, tanto a nivel de seguridad como a nivel económico porque puede llegar a ser un motivo de multa.
Así se especifica en el artículo 19 del Reglamento General de Circulación: "la superficie acristalada del vehículo debe permitir la visibilidad del conductor en toda la vía, sin interferencias de láminas o adhesivos." Esto significa que a excepción de la pegatina de la ITV, que debe colocarse en la esquina superior derecha del parabrisas, y del distintivo medioambiental, que puede colocarse en la esquina inferior derecha de la luna delantera, no está permitido colocar ningún tipo de adhesivo, pegatina o lámina adicional.
El incumplimiento de esta norma puede llegar incluso a ser motivo de multa, una sanción que quedaría a la interpretación personal del agente de la autoridad que detectase esta irregularidad en nuestro vehículo, pudiendo alcanzar los 200€ de sanción. Así que ya sabes, adiós a la ristra de colorines en el parabrisas de nuestro coche si no quieres ser multado.
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