¿Sirven los neumáticos ecológicos para ahorrar dinero?
¿Son los neumáticos ecológicos y de baja resistencia a la rodadura una alternativa a tener en cuenta si queremos reducir el consumo de nuestro coche?
Los neumáticos juegan un papel fundamental cuando hablamos de nuestro coche: se encargan de transmitir la potencia al suelo, de hacer que el empuje generado por el coche sirva para desplazarnos de forma segura, conteniendo también los movimientos de la carrocería y guiándonos curva a curva. Además, si hablamos de neumáticos especiales como pueden ser los de invierno, nos pueden servir también para sacarnos de más de un apuro.
Sin embargo, hay un tipo de neumático muy extendido en nuestro país, que, no obstante, no es especialmente popular. Se trata de los neumáticos de baja resistencia a la rodadura o neumáticos ecológicos, que muchos fabricantes de gomas venden como un eficaz remedio con el que combatir el alto consumo de carburante. ¿Es así, o es simple marketing?
La realidad nos dice que hay fabricantes de neumáticos que llevan décadas ofreciendo este tipo de compuestos, que utilizan materiales específicamente escogidos para conformar una mezcla muy poco resistente a la rodadura, con un coeficiente de rozamiento más bajo que el de un neumático convencional. ¿Qué quiere decir esto? Básicamente: cuanto más baja es la resistencia a la rodadura de un neumático, menos esfuerzo -y por tanto, menos potencia- se necesitará para que el neumático gire.
Cuando un neumático es altamente eficiente el etiquetado energético europeo nos lo muestra con señales verdes y las primeras letras del abecedario, síntoma de que pueden llegar a consumir hasta un 10% menos carburante que un neumático con una resistencia a la rodadura elevada. ¿Significa por tanto que un neumático ecológico ofrece menos agarre? En un uso normal no, el agarre es el mismo y los márgenes de seguridad están ampliamente cubiertos, aunque si tienes en mente practicar conducción deportiva, tal vez deberías considerar otro tipo de compuestos para tu coche.