Con la moda SUV robando los corazones de la mayoría de usuarios, son
los segmentos más tradicionales los que van perdiendo clientela y cada vez cuesta más justificar el desarrollo de cierto tipo de vehículos teniendo en cuentas sus ventas. Y son las berlinas precisamente las que están sufriendo las consecuencias. Volkswagen tiene claro que no puede gastar dinero en adaptar y poner a la venta un vehículo de escasa penetración.
En Europa el de anterior generación hizo muy poco ruido y por tanto
el nuevo se ha decidido no será comercializado en la región aunque sí estará presente en algunas zonas del viejo continente fuera de la zona euro (Rusia, Turquía, Ucrania, etc).
El nuevo Jetta tiene una longitud de 4,7 metros y queda demasiado cerca de los 4,76 metros del
Passat. Teniendo muy presente que la berlina media tampoco ha vivido un 2017 bueno con
una caída importante en las matriculaciones, no es de extrañar que Volkswagen prefiera explotar lo que ya ofrece y dejarse de experimentos (aquí la excusa del tamaño tampoco es grande). El Volkswagen Jetta ha sido a lo largo de la historia un producto brillante en Europa aunque siempre con algunos altibajos. Además de
Jetta, algunos derivados del Volkswagen Golf se han comercializado bajo la denominación
Vento y Bora, algo que utilizó la firma para impulsar sin éxito sus ventas.