UN PASO MÁS PARA MEJORAR LA REPARABILIDAD
Aún hay millones y millones de vehículos que circulan por carreteras de toda Europa con varias decenas de años a sus espaldas. Los coches viejos, los coches históricos o los coches clásicos también tienen derecho a seguir haciéndolo con garantías
Pese a que cada año millones de personas se deciden a cambiar su coche y sustituirlo por otro mucho más moderno o incluso nuevo, lo cierto es que también son muchos los conductores que aún hacen uso de vehículos antiguos, bien sea por necesidad o bien por gusto, como afición o manera de entretenerse. Los coches clásicos e históricos son de hecho una especie de "patrimonio rodante", un patrimonio que no está de más cuidar y mantener para que la historia del mundo del automóvil siga estando siempre presente.
Sin embargo, para muchos usuarios (e incluso también para algunos centros de reparación) reparar y arreglar sus coches clásicos se ha convertido en una odisea cada vez más y más difícil, tanto por disponibilidad de piezas como por capacidad de los propios centros de reparación de llevar a cabo los arreglos necesarios con garantías. Esta situación, parece, está cada vez más cerca de terminarse.
La Unión Europea ha tomado medidas para fortalecer el derecho a la reparación, tanto en dispositivos electrónicos (ojo a esos teléfonos móviles imposibles de arreglar...) como en vehículos. El Parlamento Europeo ha aprobado su última iniciativa con un respaldo más que suficiente, con 584 votos a favor, 3 en contra y 14 abstenciones, una medida que busca promover servicios de reparación más accesibles y transparentes por parte de los fabricantes, quienes ahora tienen la obligación de informar a los consumidores sobre este derecho.
En virtud de esta iniciativa, se espera que los fabricantes ofrezcan servicios de reparación rentables y que no puedan negarse a reparar un vehículo por motivos económicos. Además, se prohíbe el uso de cláusulas contractuales o técnicas como excusa para denegar reparaciones. Así, los propietarios de coches antiguos o clásicos podrían beneficiarse de esta normativa al tener más opciones para solucionar averías.
Se prevé también la creación de una plataforma en línea para ayudar a los consumidores a encontrar talleres y vendedores de productos reacondicionados, lo que podría facilitar el acceso a servicios de reparación. Además, la legislación también menciona que los fabricantes proporcionen repuestos y herramientas a precios razonables, y que no impidan el uso de piezas de segunda mano o impresas en 3D, facilitando así la reparación de los vehículos más antiguos que aún quieren circular por nuestras carreteras.