DE MOMENTO SE PARA LA PROPUESTA
La creación del nuevo carnet B1 permitiría a los menores de 18 años ponerse a los mandos de un microcoche eléctrico, pero de momento se paraliza.
La convocatoria de las elecciones generales el próximo 23 de julio ha provocado que muchas medidas se paralicen. Esto se debe a la disolución de las Cortes, lo que ha afectado, entre otras, a la entrada en vigor este 2023 del carnet B1, permiso por medio del cual los menores de 18 años podrían conducir un microcoche 100% eléctrico.
Al fin de cuentas, estos se están destilando cada vez más como solución de movilidad urbana y, gracias a su condición de coche eléctrico, experimentando cada vez más ventajas frente a los microcoches convencionales. No obstante, con el posible cambio de gobierno la medida tendrá que esperar o, tal vez, nunca llegue a materializarse.
Concretamente, la creación del carnet B1 se encontraba entre los cambios que se proponían con la Estrategia de Seguridad Vial 2030. Así, la DGT pretendía ofrecer este permiso de conducir como alternativa a los ya existentes, medida que ya está vigente en países como Italia o Francia.
Así, y además de ponerse a los mandos de motos, el B1 permitiría a los jóvenes de 16 años ponerse a los mandos de cuadriciclos pesados, los cuales se pueden conducir con el permiso B convencional. Así, los menores de 18 podrían tener una alternativa a los actuales permisos AM y A1, mediante los cuales pueden conducir ciclomotores y cuadriciclos ligeros y motos de baja cilindrada respectivamente.
Y es que el B1 brindaría la posibilidad a estos de conducir los L7e, o lo que es lo mismo, cuadriciclos de hasta 400 kilos de peso, con una potencia inferior o igual a los 20 CV y con una velocidad máxima de 90 km/h. De esta manera no solo se convierten en una buena solución urbana, sino también en vehículos capaces de afrontar vías rápidas sin la necesidad de circular por el arcén.
De esta manera, se paraliza, de momento su entrada en vigor, dejando que sea el próximo gobierno el que decida si se sigue adelante o, por el contrario, desechar la posibilidad de que exista un carnet B1 y mantener a este tipo de vehículos bajo el amparo del carnet B.