DECLARACIONES DE PERE NAVARRO
Los radares son uno de los elementos más conocidos y a la vez más odiados para los conductores, pero lo cierto es que pocas personas pueden negar su efectividad...
Los radares de tráfico son dispositivos fundamentales para controlar y regular la velocidad en las carreteras, contribuyendo a mejorar la seguridad vial y reducir el número de accidentes. Estos dispositivos utilizan cámaras, láser o una combinación de ambas para medir la velocidad de los vehículos que pasan por su radio de acción, aunque en los últimos tiempos su utilidad ha crecido al contar con elementos de detección más precisos que, además, están conectados directamente con la DGT, lo que les permite por ejemplo saber si un vehículo que acaba de pasar lo ha hecho con la ITV caducada o sin seguro en vigor.
Existen diferentes tipos de radares según su función y ubicación. Los radares fijos están instalados en puntos estratégicos de las carreteras y su posición es conocida y señalizada, lo que ayuda a disuadir a los conductores de exceder los límites de velocidad. Por otro lado, los radares móviles son dispositivos portátiles que pueden ser colocados temporalmente en diferentes lugares, lo que les permite una mayor flexibilidad para controlar la velocidad en distintas zonas. Además, están los radares de tramo, que registran la velocidad promedio de un vehículo entre dos puntos determinados, lo que fomenta una conducción más segura y constante a lo largo de un trayecto.
Más o menos todos los conductores tienen presente que en un trayecto es relativamente fácil encontrarse o al menos cruzarse con una ubicación en la que se encuentre un radar, (cuanto más largo y cuantos más kilómetros de carretera haya, más fácil) pero lo cierto es que, en especial los radares móviles, no siempre los conductores son capaces de detectar a tiempo la presencia de un cinemómetro. Esta es precisamente la clave de los radares de tipo móvil, su “invisibilidad”. Ahora el director de la Dirección General de Tráfico admite que es posible que, en poco tiempo, comencemos a encontrarnos radares móviles en ubicaciones hasta ahora insospechadas.
En una comparecencia en la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados, y tal y como recoge Europa Press, el máximo representante de la DGT ha reconocido que una de las novedades para esta nueva campaña de desplazamientos veraniegos es la instalación de radares móviles en puntos donde hasta ahora era prácticamente imposible encontrarlos, siendo además un escenario especialmente conflictivo según Navarro.
Se trata de radares móviles en tramos de obra, lugares en los que la DGT ha centrado su atención debido a su mayor peligrosidad debido a la presencia de elementos extraños en la calzada, de trabajadores a pie realizando sus labores... también es habitual que en tramos de obra el número de carriles de circulación se vea afectado, lo que provoca por su parte un aumento del volumen de tráfico en el resto de carriles que siguen operativos. "Estamos trabajando con radares móviles para colocarlos en lugares con obras y ponerlos a 60 km/h con un gran cartel anunciando que la velocidad en el tramo de obras está controlada por radar", ha comentado.