LOS FABRICANTES SORPRENDIDOS
La Unión Europea ha tomado esta medida inédita en el sector del automóvil para poner punto y final a los problemas de las baterías. ¿En qué consiste este pasaporte y cuándo se implementará?
En la última década, los vehículos eléctricos han experimentado un notorio aumento de popularidad en Europa, marcando un hito significativo en la transición hacia una movilidad más sostenible. Factores como la creciente conciencia ambiental, políticas gubernamentales favorables y avances tecnológicos han contribuido al rápido crecimiento de la adopción de vehículos eléctricos en la región.
No obstante, el pasado 2023 finalizó con una desagradable sorpresa para la transición hacia la movilidad sostenible. Y es que las ventas de vehículos eléctricos disminuyeron de manera significativa en el mes de diciembre, con una caída del 25%, impulsada por el desplome en las matriculaciones de siete países, entre los que se incluye Alemania.
Otro de los principales problemas detectados en el sector de la movilidad eléctrica es la falta de transparencia en las cadenas de suministro de baterías. Por este motivo, la Unión Europea ha adoptado una medida sin precedentes que cambiará para siempre los coches eléctricos: la implementación de pasaportes de batería obligatorios en este tipo de vehículos.
La intención de la Unión Europea es que los documentos digitales estén relacionados al Número de Identificación del Vehículo, o lo que es lo mismo, al bastidor. Según las pretensiones, dispondrán de un código QR que proporcionará información detallada sobre la composición de las baterías, desde los datos de fabricación hasta la procedencia de las materias primas.
Este cambio es parte integral del nuevo Reglamento de Baterías de la UE, del que se tendrá más información en las próximas semanas, y que fue diseñado con el objetivo de abordar la falta de transparencia en las cadenas de suministro de baterías. A partir del 18 de febrero de 2027, según aseguran desde HoyECO, todos los coches eléctricos deberán contar con este pasaporte al salir de fábrica.
La iniciativa busca satisfacer la creciente necesidad de conocer la procedencia y el impacto ambiental de las baterías. Además, será responsabilidad de los fabricantes de vehículos eléctricos crear y compartir estos pasaportes. De esta manera se pondrá punto y final a problemas como los sucedidos en Estados Unidos con los miles de Tesla tirados en la calle, sin autonomía y sin posibilidad de recargarlos.