INSPECCIÓN TÉCNICA DE VEHÍCULOS
Para que un coche pueda circular de forma legal, debe haber superado esta inspección técnica. También puede superarla con peros, o faltas leves pero ¿cuántos?
Pasar la ITV es uno de las mayores preocupaciones pora muchos conductores, que dependen de su vehículo para trabajar, por ejemplo, pero no pueden renovarlo o mantenerlo como quisieran. Las causas más comunes de una ITV negativa ocurren por defectos muy graves (DMG) o la acumulación de defectos graves (DG) en lo referente a temas de alumbrado y señalización, frenos y emisiones contaminantes y neumáticos y elementos del eje.
Por eso, cuando llega la temida fecha de llevar el vehículo a pasar Inspección Técnica de Vehículos (ITV), este trámite supone un verdadero suplicio para algunos conductores, sobre todo si finalmente deben acudir a un taller con su coche para reparar los defectos y volver a pasarlo.
Es importante, pues, saber que tipos de resultados obtener el vehículo en cuestión tras el test, así como el número de faltas tanto leves, como graves, con las que podría seguir circulando sin necesidad de llevar irremediablemente el coche a reparar.
Los fallos o faltas leves son aquellos con los que se puede circular, aunque siempre es recomendable subsanarlos. Suelen ser fallos en el claxon, deterioro o falta -no toda- de iluminación de la matrícula, desgaste de las escobillas o la propia falta de líquido en limpia parabrisas.
También son faltas leves leves las abolladuras regulares en la carrocería, así como luces de posición fundidas. Es decir, hablamos de fallos que no repercuten gravemente en la seguridad del vehículo ni en las emisiones de gases contaminantes del mismo, otra de los aspectos más vigilados en las inspecciones desde hace años.
La Dirección General de Tráfico (DGT) indica que no hay un número máximo de faltas leves con las que el resultado de la inspección técnica sea desfavorable. Por lo que, en caso, por ejemplo, de tener varias faltas leves, es legal seguir circulando, pese a que -insistimos- lo mejor por cuestiones de seguridad es ir a un taller a reparar aquellos elementos cuyo funcionamiento defectuoso haya sido detectado en la ITV.
Por el contrario, si durante la inspección se detecta un fallo grave, es posible que se estipule el resultado de la misma como desfavorable, por lo que tendremos que acudir a un taller a subsanar el fallo mecánico y volver a pasar la ITV para confirmar que aquél ha sido subsanado.
Con una ITV desfavorable, el conductor tiene un plazo de dos meses para reparar la pieza del vehículo que no se encuentra en óptimas condiciones. Eso sí, el uso del vehículo debe limitarse únicamente a acudir al taller para solventar el problema y regresar a la ITV. Si circulas con la ITV desfavorable con otras intenciones pueden multarte con hasta 200 euros.
Una ITV negativa significa que el vehículo debe igualmente ir al taller, pero ojo, sin ser conducido. En este caso el vehículo sólo puede ser trasladado por un servicio de grúa hasta que se solvente el problema, y debe ser antes de los 2 meses. Circular con un vehículo con ITV negativa puede conllevar una multa de hasta 500 euros.