La
rotura de lunas del coche es uno los casos más habituales que gestionan las compañías de seguros, ya se por proyecciones de otros vehículos, robo o accidente, los vidrios del vehículo son bastante asiduos en los talleres del automóvil. Es por este motivo por lo que hoy queremos repasar la letra pequeña sobre la rotura de lunas, sobre las posibles soluciones que pueden tener y, ante todo, las consecuencias que puede acarrearnos en materia de bonificación o penalización por parte de nuestro seguro obligatorio. Lo primero que debemos tener en cuenta es que un parabrisas puede presentar numerosos tipos de daños, pero los más habituales suelen estar producidos por proyecciones. De este modo
la reparación de lunas es una opción muy a tener en cuenta ya que este método permite reducir sensiblemente los costes de reparación, además de que
por regla general no suele contar como parte en el seguro del vehículo y además ofrece total garantía de seguridad. Dicho esto, la reparación sólo puede efectuarse si los daños presentes en el parabrisas están a más de 6cm de su borde exterior, si el diámetro del impacto o rotura no es superior a una moneda de 2 euros y siempre y cuando no esté localizado en el área de visión principal del conductor por encima del volante.
Los daños en el parabrisas son objeto de inspección en la ITV y pueden significar el suspenso de la inspección.
Cuando la reparación no es posible, la sustitución es la única forma de conseguir recuperar la mejor visibilidad y la máxima seguridad. Por ese motivo es muy importante conocer las coberturas de nuestro seguro y las consecuencias que traerá el uso de nuestra cobertura de lunas. En este punto podemos decir abiertamente que cada seguro es un mundo, ya que hemos encontrado desde casos que no tienen en cuenta la sustitución de lunas en materia de bonificación, hasta casos donde el encarecimiento de la prima del seguro es notable a poco que suframos dos sustituciones de lunas durante un periodo inferior al año.
Por regla general la sustitución de lunas cuenta como parte y afecta a la bonificación de nuestro seguro. Siempre que sea posible
es muy recomendable analizar las coberturas de los seguros para buscar la mejor relación calidad/precio con rotura de lunas incluidas. De este modo nos aseguramos una rápida reparación y un coste muy inferior que el realizar la reparación por nuestra cuenta. Del mismo modo debemos tener en cuenta los periodos de carencia en los seguros y las consecuencias en materia de bonificación. Pero la prevención es siempre la mejor herramienta para evitar perder seguridad, dinero y tiempo.
El grueso de las reparaciones en materia de lunas son consecuencia de proyecciones durante la circulación.
No mantener la distancia de seguridad con el vehículo que nos precede es una situación donde aparecen comunmente las proyecciones, al mismo tiempo
circular a muy alta velocidad por caminos bacheados puede acabar provocando una fisura del vidrio, sin olvidar los peligrosos
choques térmicos que pueden producirse al cambiar de forma drástica la temperatura del vidrio como por ejemplo intentar descongelar el parabrisas con agua caliente, enfriar de forma súbita un vehículo expuesto a muy altas temperaturas, etc. En Centímetros Cúbicos: |