No realizarlos puede derivar en un problema mayor del vehículo
Estos dos procesos permiten conducir el coche sin percibir vibraciones, ni tener un desgaste prematuro de diferentes elementos del vehículo.
Llevar los neumáticos en buen estado es primordial para mantener la seguridad en la carretera. Cada cierto tiempo, el desgaste de las ruedas origina un cambio de gomas, que viene acompañada de dos términos: paralelo y equilibrado. Pero, ¿realmente conoces en qué consisten? ¿Es tan importante realizarlos?
Paralelo
Es una sencilla operación que consiste en el alineado de las ruedas delanteras y traseras, al ajustar los elementos de la dirección y la suspensión para que las ruedas apoyen correctamente en el asfalto. Con el paso de los kilómetros, diferentes baches, pasar badenes a una velocidad excesiva o subirnos a un bordillo, puede hacer que esta alineación se desajuste.
Por ello, si al poner el volante recto el coche tiende a irse ligeramente hacia un lado, la dirección se percibe más dura o el coche vibra, son síntomas de que el paralelo se ha ido. Otros factores son el aumento de gasto de combustible o que la rueda empiece a desgastarse más de un lateral que de otro.
Este último punto es importante, ya que en muchas ocasiones el aspecto del neumático aparenta ser muy bueno, pero puede estar desgastándose por dentro, una de las principales causas de ITV desfavorables. Además, este problema no es una broma, ya que un desgaste pronunciado puede derivar en un reventón del neumático.
Equilibrado
Este proceso consiste en colocar contrapesos en lugares estratégicos de la llanta para asegurar que el rodaje sea correcto. El objetivo es eliminar cualquier vibración de las ruedas que pueda transmitirse en dirección o volante. Los expertos indican que un equilibrado incorrecto o mal realizado, se percibe mayormente al circular a una velocidad comprendida entre 90 y 120 km/h, momento en el que se produce un número mayor de vibraciones.
Llevar un correcto equilibrado en los neumáticos previene de un desgaste prematuro en las ruedas y en diversos elementos del vehículo como rodamientos, suspensión o dirección. Por ello, como sucede con el paralelo, lo ideal es realizar un equilibrado en cada cambio de ruedas o en cualquier actividad que requiera el desmontaje y montaje de los neumáticos y las llantas.