GRAN PROBLEMA PARA EL SECTOR
Los contratos precarios y el alto coste de mantenimiento del automóvil echan para atrás a los jóvenes.
La industria del automóvil tiene un gran problema. La generación Z, es decir, los jóvenes, no tienen el coche como una de sus preferencias, como indica una encuesta de la consultora McKinsey, realizada en el 2023. En ella, realizada a más de 4000 jóvenes de toda Europa, únicamente el 32% apostaba por el automóvil como forma de transporte de referencia.
Los bajos sueldos, los contratos precarios y volátiles son las grandes trabas que tienen los más jóvenes para adquirir un coche. Esto, sumado a los altos costes de mantenimiento del vehículo, hace decantarse a las últimas generaciones por el transporte público, la bicicleta, patinetes, o el carsharing, esos coches de alquiler, que se van implementando en las ciudades.
Estos datos afectan a las autoescuelas. Según recoge la DGT, hace 20 años el 75% de los permisos B que se obtenían eran para jóvenes entre 18 y 25 años, pero, actualmente, esa cifra ha bajado a un 67%.
La digitalización también afecta a la obtención de un coche. Con el teletrabajo, muchos jóvenes no tienen que salir de casa para trabajar, por lo que no ven necesario tener coche. De igual manera afecta que se pueda comprar todo tipo de productos por internet, como alimentos, ropa, lo que provoca que el tener un coche sea una “segunda opción”.
Los fabricantes no son ajenos a este problema, y buscan soluciones para evitar la bajada en las compras de vehículos. Nissan, el pasado año, mostró su preocupación por los pocos jóvenes que compran coches, y afirmó que estaban buscando crear un modelo deportivo nuevo pensado para ellos.
Los transportistas viven el mismo problema que los fabricantes: los jóvenes no quieren trabajar de ello. Es por ello que la Conferencia de Jóvenes Trabajadores del Transporte busca nuevas medidas para subsanarlo. Han ideado un plan de sostenibilidad, en el que los jóvenes puedan participar en una transición ecológica. Otra de las soluciones propuestas es incorporar a profesionales de terceros países.