El es un modelo de éxito para el fabricante japonés. En cuatro se han vendido en todo el mundo 200.000 unidades y para conseguir que las ventas no se resientan, en Ginebra presentan una pequeña actualización. Entre las mayores novedades hay que señalar la introducción de las versiones
Sport 400 que incluyen una mecánica de tres litros con doble turbo y elevan la potencia
hasta los 400 CV, siendo la opción más rápida y deportiva de todas.
Según mercados Infiniti también ofrecerá el bloque
2.0t con 211 CV de origen Mercedes como escalón de acceso,
la variante híbrida "35h" con 302 CV y el popular
diésel de 2,2 litros y 170 CV que presume de una relación prestaciones-consumos favorable. Los cambios estéticos están en el frontal, incluyendo
una nueva parrilla, paragolpes y faros con tecnología LED. Tanto las llantas de aleación como la paleta de colores se han actualizado y en la parte posterior se incluyen nuevos pilotos.
Para el habitáculo se han inspirado en el Q60 y se percibe ahora un salpicadero más deportivo. También se incluye un volante multifunción más atractivo, instrumentación mejorada, un completo equipo de sonido desarrollado por Bose con 16 altavoces y materiales de superior calidad. El
sistema ProPilot es un paso adelante para la conducción autónoma. Actúa sobre la dirección para evitar que se salga del carril. Otra novedad es la
suspensión adaptativa, modificando el tarado en función de las circunstancias. Infiniti
no ha comunicado la fecha exacta de lanzamiento del nuevo modelo pero no debería tardar demasiado, con precios parecidos a los del actual.