SEGÚN LA DGT
Es verano, coges el coche y pones el aire al máximo. Este es uno de los errores más frecuentes que cometemos cuando conducimos en verano, pero no es el único.
En verano y, sobre todo, durante las olas de calor, el aire acondicionado del coche pasa de ser un sistema de confort a uno de seguridad. No en vano, según explicaba la Dirección General de Tráfico en sus redes, conducir con una temperatura interior de 35 grados (o más) tiene unos efectos parecidos a hacerlo con una tasa de alcoholemia cercana a 0,5 gr/l en sangre. Teniendo en cuenta esto, no está de más conocer los errores más comunes que cometemos al usar el aire acondicionado para, así, evitarlos.
La DGT aconseja que la temperatura del habitáculo del coche oscile entre los 21 y los 24 grados. Una horquilla aplicable a cualquier momento del año que en invierno tenemos que controlar con la calefacción y en verano debemos alcanzar poniendo en marcha el aire acondicionado. Probablemente cuando lleves a cabo este movimiento cometas algunos de los fallos más comunes que ha recogido Tráfico: olvídate de ponerlo al máximo y revisa la dirección de los aireadores.
Llevar el aire al máximo
Si en verano aparcas el coche al sol, el interior puede llegar a los 60 grados: por ello, antes de encender el aire, es fundamental ventilar abriendo puertas y ventanillas durante unos minutos. Así conseguiremos rebajar de forma natural la temperatura interior: encender el aire al máximo nada más llegar no funcionará. Cumplido este paso, llegará el momento de entrar, cerrar y activar la climatización: en unos treinta minutos se pueden recuperar los 25 grados.
El botón de recirculación
Si eres de los que activa el botón de recirculación del aire y lo mantiene así durante todo el trayecto, tenemos noticias para ti: es uno de los fallos más frecuentes. Lo más aconsejable pasa por circular con la opción ‘Auto’ para que el flujo del aire se autorregule, sea más homogéneo y su uso sea más eficiente.
Difusores
Si llevas el aire puesto y, aun así, sientes calor… el problema no suele ser el sistema sino los aireadores. Hay que colocarlos correctamente para que la dirección del aire sea la adecuada. ¿Cómo lograr ese equilibrado reparto? Con los difusores enfocados hacia arriba, no hacia la cara del conductor o de sus acompañantes. De esta manera, el aire llegará a los ocupantes uniformemente y hará acto de presencia en todo el habitáculo.
No activar el aire
Si te olvidad de la climatización a primera hora del día, a última o cuando las temperaturas no son tan altas… estarás cometiendo un error. Aunque demos por hecho que no es necesario, sí lo es: activándolo evitaremos que los cristales del vehículo se empañen cuando suba la temperatura exterior.
Mantenimiento constante
El sistema de climatización necesita un cuidado específico… y constante. Es una parte del equipamiento que funciona todo el año así que es recomendable, además de cambiar los filtros cada 15.000 o 20.000 kilómetros, llevar a cabo un mantenimiento preventivo anual y someter al sistema a una completa revisión cada dos años.