Tras conocer a los Porsche 718 Boxster, la marca alemana nos ha presentado los nuevos
Porsche 718 Cayman y Cayman S. Una de sus principales novedades es el uso de nuevas mecánicas de cuatro cilindros,
abandonando la tradicional aspiración atmosférica por la "temida" turboalimentación. Tras haberlos probado en su presentación nacional, podemos emitir un veredicto final. ¿Pueden seguir viviendo en el Olimpo de los deportivos, o les condena al ostracismo del downsizing su nueva mecánica? Quédate con nosotros, y te lo contaremos con todo lujo de detalles. Antes de nada, un poco de historia.
¿Por qué 718, y por qué cuatro cilindros? El Porsche 718 fue el sucesor del mítico Porsche 550 Spyder, y entre los años 1957 y 1963 se hizo con Cinco Campeonatos europeos de la Montaña, además de victorias en carreras de resistencia como la Targa Florio y las 12 Horas de Sebring. Era un deportivo muy ligero, de apenas 530 kilos de peso, movido por un puntiagudo cuatro cilindros de 1,5 litros de cubicaje y 150 CV de potencia. Curiosamente,
el primer coche de Porsche, el precioso 356, también era un cuatro cilindros. En tiempos modernos, los Porsche 924, 944 y 968 han sido grandes embajadores de los cuatro cilindros en Zuffenhausen.
Los Porsche 718 Boxster y Cayman capitalizan el legado en competición y la tradición de cuatro cilindros en la marca, con el objetivo de asegurar un puesto de honor a su gama de deportivos de acceso. Porsche nos ha acostumbrado a maravillosos atmosféricos de seis cilindros, de altísimo régimen de giro y mejor sonoridad. Pero incluso en Porsche no pueden cerrar los ojos al downsizing, y la necesaria reducción de consumos como marca de volumen en la que se han convertido. No obstante, nos prometen que
sus nuevos cuatro cilindros son auténticos motores Porsche, mejorando en consumos y prestaciones a los seis cilindros de los Porsche Boxster caja 981.
Conociendo a los Porsche 718 Cayman y sus motores
La gama de los Porsche 718 Cayman está compuesta por las versiones Cayman y Cayman S. La
versión Cayman monta un nuevo propulsor de dos litros y cuatro cilindros opuestos, con 300 CV de potencia máxima y un sano par máximo de 380 Nm, constante entre las 1.950 rpm y las 4.500 rpm. Suficiente para acelerar al coche hasta los 100 km/h en 4,9 segundos, con una punta de 275 km/h. ¿Había mencionado que es capaz de alcanzar los 275 km/h de velocidad punta? Los
Cayman S hacen uso de un cuatro cilindros de mayor tamaño, un 2,5 litros también sobrealimentado por turbocompresor. No obstante, es un turbocompresor de geometría variable, una agradable novedad mecánica.
Estos turbocompresores permiten una respuesta más instantánea, a prácticamente cualquier régimen de giro. El Porche 718 Cayman S desarrolla 350 CV de potencia, con un par motor de 420 Nm entre las 1.900 rpm y las 4.250 rpm.
Sus prestaciones son comparables a las de un Porsche 911 - con cuyos motores comparte la práctica totalidad de elementos mecánicos - con un 0 a 100 km/h en unos fulgurantes 4,2 segundos para su versión PDK. Su punta es de 285 km/h, impresionante para un deportivo que en teoría compite con máquinas como el Audi TT S. Ambos motores tienen el corte de inyección fijado en 7.500 rpm, una cifra inusualmente elevada para motores turbo. Ambos motores están disponibles con
cajas de cambio manuales o automáticas, aunque se espera que menos del 20% de los clientes opten por cajas manuales. El sobreprecio de las PDK de doble embrague es de menos de 1.000 euros en el Cayman de acceso, y por el precio de un extra asequible te llevas la mejor caja de doble embrague del mercado. Por mucho que nos gusten los cambios manuales, la realidad es que los clientes de Porsche se han pasado a las PDK
en masse. En opción, existe la posibilidad de dotar a los Porsche 718 Cayman con un tren de rodaje de altísimos vuelos, con frenos carbonocerámicos PCCB y suspensión deportiva activa PASM (-20 mm de altura).
A nivel de diseño, los Porsche 718 Cayman no distan mucho de sus hermanos descapotables. Destaca especialmente la agresiva zaga, con un logotipo de Porsche en 3 dimensiones y unas ópticas con una característica firma lumínica. Es
un coche muy proporcionado, con voladizos cortos y un aspecto verdaderamente deportivo, especialmente equipado con las llantas opcionales de 20 pulgadas de nuestra unidad de pruebas. Con respecto al Boxster, el 718 Cayman abandona la capota de lona por un techo tradicional. Con forma de lágrima, la caída trasera del techo está muy bien resulta, y es un claro guiño a las dos generaciones anteriores del Porsche Cayman. Dentro, los Porsche 718 Cayman hacen gala de un
diseño familiar, actualizado a tiempos modernos. Se sigue arrancando con la llave a la izquierda del volante y su instrumentación sigue siendo analógica, con el cuentavueltas en posición central. El equipo de infoentretenimiento y la consola central abandonan la profusión de botones de su predecesor en pos de un diseño más limpio y diáfano.
El volante es heredado del Porsche 918 Spyder, y se ofrece en dos tamaños, el estándar (diámetro de 380 mm) y el deportivo (diámetro de 360 mm). La calidad de ajustes y materiales está a un altísimo nivel, en la línea de lo que el fabricante alemán nos tiene acostumbrados.
Al volante de los nuevos Porsche 718 Cayman y Cayman S
Comienzo la jornada con un Porsche 718 Cayman de acceso. Desde que lo arranco, el sonido tradicional bóxer me acompaña, con sus clásicas vibraciones y gorgoteos. En una conducción normal, no existe diferencia con su predecesor, y Porsche se ha encargado de conferirle un carácter
muy progresivo para tratarse de un motor turbo de 150 CV/litro de potencia específica. En el día a día es un coche perfectamente utilizable, suficientemente cómodo para enfrentarse a la jungla del asfalto. Pero hemos venido a analizar su deportividad y su carácter, así que abandonemos la ciudad y vayamos a nuestro tramo favorito de curvas. El 718 tiene que demostrarnos que es un Porsche. Activo el modo Sport Plus y todos los sistemas del coche se ponen en máxima alerta. Aunque el sonido se canaliza en parte a través de los altavoces, inunda mis oídos con una melodía potente y grave. No es el agudo aullido, la sinfonía mecánica de los seis cilindros. No lo es, pero se acerca, y para un profano tiene un sonido suficientemente bueno. Me ha impresionado lo rápido que sube de vueltas, y
cómo es posible estirar las marchas más allá de las 7.000 rpm. ¿De veras es un motor turbo? Un alarde de progresividad y entrega de potencia contundente, con un chasis de espectacular puesta a punto, especialmente en lo tocante a su dirección asistida.
Es la misma dirección asistida del Porsche 911 Turbo, y su nivel de retroalimentación impresiona. Su paso por curva parece irreal, al igual que su ligereza al cambiar el apoyo. Su eje trasero no se descoloca, a pesar de que estamos forzando su comportamiento en más de una curva. Me ha dejado buen sabor de boca, pero es hora de pasar al Cayman S. Una bestia muy diferente, con un turbo de geometría variable, 500 cc más de cubicaje y extras de suspensión deportiva y
frenos carbonocerámicos. Pensad en las sensaciones del Cayman, pero multiplicadas por dos en cuanto a virulencia y precisión. Un verdadero deportivo de pura cepa, con prestaciones de superdeportivo. Sí, es un verdadero Porsche.
¿Cuanto cuestan los Porsche 718 Cayman?
La gama
arranca en los 58.148 euros del Porsche 718 Cayman con cambio manual. Por apenas 58.911 euros (menos de 1.000 euros más) ya es posible acceder a un 718 Cayman con cambio PDK de siete relaciones. El excelente funcionamiento del cambio hace que su compra sea más que recomendada. Por su parte, el Porsche 718 Cayman S de 350 CV arranca en 72.040 euros, y es necesario aflojar 75.145 euros para su versión PDK. Un detalle interesante es que dentro de la gama 718, los Cayman son unos 2.000 euros más baratos que los Boxster, convirtiéndose en el Porsche deportivo de acceso de la marca.