El prototipo llegará en 2023 y podrá competir tanto en el WEC como en el IMSA
El Consejo de Dirección ha dado luz verde a Porsche Motorsport para comenzar a trabajar en su regreso a la lucha por la categoría absoluta de la resistencia.
Diciembre suele ser un mes de anuncios entre los consejos de administración de los fabricantes alemanes, algo que ha quedado patente durante las últimas semanas, especialmente en lo deportivo. Audi habría la veda y confirmaba su intención de abandonar la Fórmula E a finales de 2021 para embarcarse en un proyecto oficial en el Rally Dakar y regresar a las 24 Horas de Le Mans con un LMDh. A la firma de los cuatro aros le seguía la confirmación de que BMW también dejará al término de la próxima temporada el campeonato de monoplazas eléctricos, rompiendo además su relación de 50 años con Schnitzer Motorsport, mientras que Volkswagen Motorsport anunciaba su cese de actividad, parando incluso la producción del Volkswagen Polo GTI R5 este mismo mes de diciembre.
Cuando la marejada parecía que se estaba calmando, el Consejo de Dirección de Porsche AG daba la luz verde al anuncio esperado: Porsche Motorsport regresará a la pelea por las victorias absolutas en la resistencia, y lo hará bajo la fórmula LMDh, normativa redactada entre el ACO/FIA y el IMSA que les permitirá competir por todas las grandes de la disciplina, incluidas las 12 Horas de Sebring, las 24 Horas de Daytona y las ansiadas 24 Horas de Le Mans, donde el fabricante de Stuttgart dispone de hasta 19 triunfos, los tres últimos conseguidos de forma consecutiva por el Porsche 919 hybrid LMP1.
El objetivo de Porsche será el de comenzar a competir de cara a la temporada 2023, advirtiendo que tratará de pelear por todas las grandes, incluido el WEC y las pruebas norteamericanas. El nombre de la firma alemana se suma de esta forma a los de Audi y Acura, los cuales ya trabajan en crear un LMDh, mientras que Toyota y Peugeot ya confirmaron que se habían decidido por la normativa LMH. McLaren es otro de los fabricantes que ha coqueteado con la posibilidad de sumarse a la aventura, así como Ferrari, mucho más atraído por la opción Hypercar creada por el ACO y la FIA.
Las razones que llevan a Porsche a decantarse por el LMDh:
Los LMDh hacen referencia a las siglas de Le Mans Daytona hybrid, y serán vehículos basados en chasis LMP2, los cuales estarán suministrados por cuatro proveedores ya aprobados (Riley-Multimatic, Dallara, Oreca y Ligier) y contarán con un sistema híbrido estandarizado desarrollado por Williams Engineering y con batería de Bosch. Cada fabricante o preparador podrá por tanto elegir qué motor de combustión utiliza en su prototipo y la silueta del mismo, con la intención de que los costes se mantengan lo más controlados posibles.
El reglamento apunta a que el peso mínimo de un LMDh será de 1.030 kilogramos, con una potencia conjunta entre motor térmico y la parte eléctrica de 500 kW o 680 CV, lo que le debería permitir junto a un exhaustivo 'Balance of Performance', competir frente a los LMH que serán aprobados por la FIA. La potencia que se entrega a las cuatro ruedas será monitorizada en todo momento, mientras que la aerodinámica también será calculada en túneles del viento aprobados por ambos campeonatos, con el objetivo de asegurarse de que ambos reglamentos son equivalentes.
La ventaja se sitúa en los costes, ya que IMSA apuntó a que un LMDh sin motor podría estar en un montante de un millón de euros listo para competir, un presupuesto inferior al que seguramente suponga construir un Le Mans Hypercar, sabiendo que se debe desarrollar el chasis y que ni el motor, ni la parte híbrida son estándar.
“La nueva categoría LMDh nos permitirá luchar por victorias absolutas con un sistema híbrido en las clásicas pruebas de Le Mans, Daytona y Sebring, sin un desembolso excesivo. El proyecto es extremadamente atractivo para Porsche. Las carreras de resistencia son parte del ADN de nuestra marca”, explicaba Oliver Blume, Presidente del Consejo de Dirección de Porsche AG, al anunciar la decisión de regresar a la categoría absoluta de una disciplina que puede afrontar una nueva edad de oro. Con esto, Porsche cubre su participación en los tres conceptos distintos de trenes de propulsión con los que trabaja también para la calle, con los eléctricos puros representados en la Fórmula E, los híbridos enchufables en la figura del futuro LMDh y los modelos con motor de combustión interna a través de las carreras de GTE y GT3.