A partir de noviembre la gama del
se completará con la llegada del nuevo nivel de terminación GSI, unas siglas que hacía muchos años que la firma alemana no utilizaba y que recupera para sus variantes más deportivas. El nuevo GSI se podrá reconocer fácilmente por su
paquete deportivo exterior en el que los paragolpes exclusivos, las llantas de aleación de 20 pulgadas o las ópticas oscurecidas llaman la atención. Por supuesto también cuenta con un pequeño alerón y faldones laterales.
Opel ha trabajado en la suspensión para conseguir un comportamiento dinámico más deportivo.
Todos los GSI cuentan con menor altura libre al suelo y el sistema FlexRide que permite cambiar la dureza de los amortiguadores según el programa elegido. En el interior el nuevo Insignia GSI estrena unos
asientos deportivos con apoyacabezas integrados, pedales de aluminio, un volante más deportivo, tapizado en piel y molduras decorativas específicas.
La mecánica anunciada por Opel es de gasolina
con dos litros, turbo y 260 CV que se combina con la tracción total a las cuatro ruedas y la nueva caja de cambios automática con ocho velocidades. Los interesados en diésel también podrán adquirirlo aunque de momento se desconocen los detalles del motor.