UNA NUEVA MOTORIZACIÓN
Los BMW X5 y X6 estrenan una nueva versión de altas prestaciones que mejora su cifra de eficiencia gracias a la incorporación de un sistema microhíbrido que además de reducir sus emisiones contaminantes, permite que ambos modelos sean merecedores de la etiqueta ECO de la DGT
No sólo de eléctricos e híbridos parece vivir la industria automovilística, aunque parezca lo contrario. Buena prueba de ello es BMW, que si bien ha presentado numerosas novedades de corte ecológico como nuevas versiones para su eléctrico i4 o incluso una nueva Serie 7 completamente eléctrica bautizada como BMW i7, también ha seguido avanzando en el terreno de la deportividad y las altas prestaciones con lanzamientos como el BMW M3 Touring o los recientemente renovados BMW X5 y X6 M Competition.
Éstos últimos recibe ahora un lavado de cara similar al que han recibido las versiones menos prestacionales de la gama, que a nivel estético se centra en un nuevo frontal, semejante al que podemos encontrar en modelos como el BMW XM, en nuevas llantas de aleación y en nuevos colores para la carrocería. También son nuevos los pilotos posteriores, con un diseño interno más moderno.
En el interior los cambios son más evidentes, ya que la parte superior del salpicadero cambia por completo para integrar el denominado por la marca como "Curved Display", un sistema electrónico de doble pantalla en un sólo cristal que integra ahora todas las funciones de instrumentación y sistema de infoentretenimiento. Desaparece, eso sí, el módulo físico de control de la climatización, que a partir de ahora se controla a través de la pantalla táctil de 14.3".
A nivel mecánico los cambios también son relevantes ya que si bien el propulsor base no cambia (se mantiene el bloque 4.4 V8 con doble turbo) se añade ahora una caja de cambios revisada que además integra un motor eléctrico en su interior alimentado por una red eléctrica de 48V. Esto significa que ahora contaremos con un apoyo eléctrico en momentos puntuales lo que, además, permite obtener la etiqueta ECO de la DGT a ambos modelos convirtiéndose así en los primeros BMW M que cuentan con este distintivo ambiental.
Ambos modelos reducen también de manera ligera su consumo, pasando de algo más de 13 litros/100 km de media a 12.5 litros/100 km en ciclo mixto, cifras que, eso sí, siguen siendo notablemente altas aunque normales teniendo en cuenta que hablamos de dos SUV de 2.5 toneladas de peso capaces de ofrecer más de 600 CV de potencia.