PARTIDO MAYORITARIO
El partido popular europeo propone flexibilizar la normativa de descarbonización en 2025, y corregir la estrategia de prohibir la venta de coches de combustión en 2035.
El Partido Popular Europeo (PPE) abogó este miércoles por flexibilizar las exigencias de descarbonización para la industria de la automoción en 2025 para evitar penalizaciones y corregir la estrategia para 2035 de prohibir la venta de automóviles que emitan CO2, dando cabida a tecnologías como los 'e-fuels' y los biocombustibles.
"Tenemos que encontrar una respuesta en las multas el año que viene al sector", dijo en rueda de prensa el eurodiputado alemán del PPE Jens Gieseke al presentar las prioridades del grupo sobre la industria del motor.
Según la legislación vigente, todos los vehículos que se comercialicen en la UE entre 2025 y 2029 tendrán que ceñirse al límite de 93,6 gramos de CO2 por kilómetro, extremo que los fabricantes dan por imposible porque en 2024 ese hito se fue hasta los 106 gramos y en 2023 las emisiones alcanzaron los 117 gramos.
Superar esos límites entrañará multas a los fabricantes, lo que, según la industria y el PPE podría suponer multas por valor de hasta 15.000 millones de euros para el conjunto de fabricantes. "No hay que penalizar a una industria que ya sufre", señaló Gieseke.
El PPE, familia política de la mitad de los comisarios del nuevo Ejecutivo comunitario y también de su presidenta, la alemana Ursula von der Leyen, quiere que Bruselas presente "con urgencia" una revisión del reglamento que revise otras formas de motorización más allá del vehículo eléctrico.
Esta, según la primera fuerza política del Parlamento Europeo, debería incluir una definición para los combustibles neutros en carbono con la perspectiva de alcanzar la neutralidad climática en 2050, así como garantizar que los vehículos eléctricos sean asequibles y que haya suficiente infraestructura de carga eléctrica y de combustibles alternativos.
De cara a la simbólica fecha de 2035, cuando la legislación comunitaria prohibirá que se comercialicen nuevos vehículos que emitan CO2, el PPE llamó a no centrarse únicamente en los coches eléctricos.
"Necesitamos un enfoque de neutralidad tecnológica", dijo Gieseke, quien consideró que "podría haber un futuro más allá de 2035 para el motor de combustión interno" gracias a los combustibles alternativos.
El nuevo comisario de Transporte, el griego Apostolos Tzitzikostas, se ha comprometido a elaborar un plan de acción para la industria de la automoción, que supervisará directamente Von der Leyen.