ESTO ES LO QUE DICE LA NORMA
Aunque no lo parezca, el único objetivo del claxon el alertar de un peligro al resto de usuarios de la vía
La presencia del claxon en tu coche está regulada por el Reglamento General de Vehículos. Es su Artículo 11.7 quien establece que todos los vehículos deben contar con “un aparato reproductor de señales acústicas que emita un sonido continuo, uniforme y de suficiente intensidad”. La misma normativa estipula cómo debemos usarlo para evitar multas que pueden ir desde los 80 hasta los 200 euros: ¿recriminar una acción ilegal de otro conductor es una de ellas?
El objetivo del claxon el alertar de un peligro al resto de usuarios de la vía… a pesar de lo que escuchamos cada día en las calles de cualquier localidad. Su uso se ha extendido hasta el punto de emplearlo para saludar a alguien o para recriminar a un conductor o peatón una acción ilegal: algo que no podemos hacer con la bocina de nuestro vehículo.
Además de la norma, existen razones médicas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que el umbral tolerable para una buena salud auditiva debe ser de 65 dB: el sonido del claxon de un coche es de 90 dB, según un estudio llevado a cabo por la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORI-CCC).
¿Cuándo debemos usarlo?
La Dirección General de Tráfico ha recordado en varias ocasiones en qué tres situaciones es conveniente utilizar la bocina como aviso para el resto: antes de adelantar a un vehículo de dos ruedas cuando estamos en un paso a nivel o en las inmediaciones, cuando intentamos evitar un accidente y cuando circulamos en una vía estrecha con curvas y poca (o nula) visibilidad. El empleo del claxon sirve en estos escenarios para anunciar nuestra presencia
¿Cuándo no debemos usarlo?
Volviendo al Reglamento General de Circulación y a la regulación del uso del claxon, está terminantemente prohibido emplearlo sin causa justificada, de forma exagerada o cuando la señal R-319 lo prohíbe: se trata de un indicativo que suele ubicarse en las inmediaciones de los centros sanitarios para reducir la contaminación acústica.
Las multas
No respetar la normativa tiene, evidentemente, consecuencias. Si usamos el claxon cuando no debemos podemos recibir una sanción de 80 euros sin pérdida de puntos en el carnet de conducir. Esta no es la única multa: si añadimos al vehículo señales acústicas no reglamentarias nos penarán con una cuantía de 200 euros, la misma cifra con la que se castiga la ausencia de la bocina.