¿Está permitido conducir un coche de alquiler?
El negocio de los coches de alquiler mueve cada año en España cientos de millones de euros. ¿Qué pasa ahora con el alquiler de coches durante el estado de alarma?
El negocio del alquiler de coches mueve cada año en España decenas de millones de euros: al fin y al cabo, cada día miles de personas y de empresas necesitan desplazarse utilizando un vehículo que no es suyo a cambio de una pequeña cantidad de dinero. Sin embargo, lo que parecía un negocio firme y consolidado ha visto mermado su movimiento de manera cuanto menos sorprendente con la llegada del COVID-19 a nuestro día a día.
Y es que el estado de alarma que reina en nuestras vidas ha provocado que la inmensa mayoría de los negocios tengan que echar la persiana, esperemos que temporalmente, para intentar frenar la expansión de un virus que ha demostrado ser más resistente de lo que creíamos. El negocio de alquiler de coches no es una excepción, ya que según el Real Decreto que regula el estado de alarma, los vehículos de alquiler sólo podían ser utilizados por los profesionales de transporte o reparto para garantizar el abastecimiento de productos esenciales.
De esta manera, los clientes particulares sólo podían acudir a una oficina de alquiler de coches para devolver un vehículo que tuviesen en ese momento en posesión, sin posibilidad de alargar más el préstamo. Sin embargo, el Real Decreto se ha modificado en las últimas horas, cambiando las condiciones para el uso de este tipo de vehículos. VER VÍDEO.
El 'car sharing' suspende sus servicios hasta que pase el estado de alarma
Diferentes compañías de alquiler de vehículos por minuto que operan en las ciudades españolas han decidido suspender sus servicios para evitar la expansión del brote de coronavirus, de forma que reanudarán la actividad una vez haya pasado el estado de alerta por la crisis sanitaria.
Este es el caso de Emov de Free2Move, la compañía del Grupo PSA, que a partir del pasado viernes no permite que sus clientes utilicen sus vehículos. También la firma de 'car sharing' Zity ha decidido mantener sus coches parados durante el tiempo que dure el estado de alerta decretado por el Gobierno. La marca WiBLE ha optado por paralizar su servicio para evitar más contagios del Covid-19.