Evita sustos y problemas por no aplicar unos pequeños consejos
Es habitual que algunos coches que vemos por las carreteras no estén conducidos por sus legítimos propietarios, pero...¿supone eso un problema para la DGT?
En España circulan cada día millones y millones de vehículos. La mayoría están matriculados y registrados a nombre de una persona física, aunque otros tantos lo están a nombre de una empresa. En la mayoría de ocasiones, estos vehículos están conducidos por sus propietarios, pero también es habitual que se de el caso de que un vehículo es conducido por otra persona diferente a la que aparece en los papeles, en la documentación del vehículo. ¿Supone esto un problema?
No, en teoría no hay ningún problema derivado del hecho de conducir un vehículo que no está a nuestro nombre. La DGT lo contempla y no existe mayor inconveniente siempre que el vehículo en cuestión cumpla con la normativa vigente, un hecho que también afecta al conductor en ese momento que, como es lógico, deberá cumplir con todas las normas de tráfico correspondientes. Sin embargo, no está de más recordar unas claves con las que evitar cualquier susto al volante de un vehículo que no es el nuestro.
3 claves para evitar sustos con un coche que no es nuestro