¿CORREN PELIGRO LOS SUV?
Los SUV se han convertido en la clase de vehículo más popular del mercado europeo. Su expansión ha sido tal que ahora desde Europa se están planteando crear un nuevo carnet de conducir que afecta a la mayoría de vehículos tipo SUV
La expansión de los SUV ha sido uno de los fenómenos más llamativos de los últimos años dentro de la industria automotriz, transformando el paisaje de las carreteras y redefiniendo las preferencias de los consumidores. Esta clase de vehículos, conocidos por su versatilidad, espacio interior y capacidad para circular fuera del asfalto (al menos en teoría), han experimentado un crecimiento exponencial en popularidad.
Su diseño, más robusto que el de un turismo convencional, combinado con una posición de conducción más elevada que ofrece una mayor sensación de seguridad, ha atraído a una amplia gama de conductores, desde familias hasta aquellos que buscan una experiencia de conducción más aventurera. La demanda de SUV ha impulsado a los fabricantes a diversificar sus ofertas, desde modelos más urbanos y sencillos hasta SUV de lujo, abarcando toda una variedad de tamaños y características.
Sin embargo, esta expansión no está exenta de impactos negativos acerca de, por ejemplo, su impacto ambiental y eficiencia en términos de consumo de combustible, así como de seguridad durante la conducción en caso de tener que enfrentarse a una situación límite. Desde la Unión Europea lo saben y son conscientes de la importancia de contar con la suficiente pericia al volante para conducir una clase de vehículo que, por otro lado, no ha hecho más que aumentar su peso y su volumen, dos variables que afectan negativamente a la dinámica de conducción.
Esta propuesta, presentada por la eurodiputada Karima Delli, busca realizar una serie de modificaciones en la normativa para crear nuevos permisos y nuevas condiciones para una conducción más segura por las carreteras de nuestro continente. Dentro de esa propuesta, uno de los puntos clave es la creación de un "permiso B+", reservado a conductores con más de 2 años de experiencia y nunca antes de los 21 años de edad, que permitiría conducir vehículos de más de 1800 kg de peso.
Con este límite de peso (que no de potencia o de cualquier otra variable técnica) se pretende acotar en cierta medida la tendencia de los fabricantes a "engordar" sus coches, una tendencia imparable en los últimos años que, ojo, no afecta sólo a los SUV, sino también a los coches eléctricos. A día de hoy casi cualquier coche eléctrico de segmento C o superior ya homologa un peso muy próximo a esa cifra límite, una cifra "límite" que también afecta a buena parte de los SUV a la venta en la actualidad, especialmente a aquellos que de una u otra manera están electrificados.