UNA ACCIÓN PROHIBIDA AL VOLANTE
El uso del teléfono móvil al volante se ha convertido en una gran preocupación para la DGT. Y es que, desde hace ya unos años, es una de las principales causas de siniestralidad al volante, de manera que se lucha día y noche contra este comportamiento.
La siniestralidad en las carreteras es, básicamente, el resultado de la interacción de múltiples factores, aunque hay algunos elementos que influyen de manera determinante en el hecho de que se produzca finalmente un accidente o, simplemente, tengamos un susto al volante. La conducción bajo los efectos del alcohol o drogas representa una amenaza constante, alterando los reflejos y la toma de decisiones, pero no es la única causa de siniestralidad pese a ser, sin duda, una de las principales.
La velocidad excesiva o inadecuada es otra causa muy importante, ya que reduce el tiempo de reacción y aumenta la gravedad de los accidentes. Las distracciones al volante, por su parte, a menudo asociadas al uso del teléfono móvil, también contribuyen a la siniestralidad. Y es que el uso del móvil al volante se ha convertido en una peligrosa tendencia contra la que luchan muchas administraciones y organismos que trabajan para reducir el número de accidentes en la carretera.
La irresistible tentación de responder mensajes, revisar notificaciones o hablar por teléfono mientras se conduce ha provocado un aumento en las tasas distracción entre los conductores. Esta distracción, aunque por lo general muy breve, puede tener consecuencias devastadoras ya que los segundos que se desvían la atención del camino son suficientes para causar colisiones en su mayoría evitables. Por eso, desde la DGT llevan ya muchos años luchando contra ello, haciendo uso de todas las herramientas a su alcance.
Una de sus herramientas más conocidas y a la vez más efectivas son las cámaras de control, cámaras colocadas por norma general en los arcos y pórticos que atravesamos en las autopistas, y que gracias a un potente sistema de visión artificial en combinación con lentes de última generación permiten identificar con gran precisión cuándo un conductor está haciendo uso del teléfono móvil mientras conduce.
No son las únicas, ya que seguro que has oído hablar o incluso has podido ver en alguna ocasión a los drones y helicópteros (éstos últimos más comunes que los primeros) que también son capaces de detectar infracciones de este tipo a gran distancia. La precisión es tal, que es posible que una cámara de la DGT nos detecte cometiendo ésta infracción a una distancia de hasta 500 metros, o lo que es lo mismo, medio kilómetro.
De esta manera, de poco te va a servir soltar el teléfono móvil justo cuando atravieses un pórtico con cámaras, ya que éstas habrán detectado hace ya tiempo tu infracción, una infracción que por cierto está sancionada con la retirada de 6 puntos del carnet de conducir.