Las
Turboglorietas o
Turborrotondas son un invento que aunque aún desconocidas por el grueso de los conductores españoles, podrían extenderse por toda España como
solución a los problemas de tráfico que sufren las glorietas o rotondas convencionales. Este diseño desarrollado por primera vez en los Países Bajos en los años '90
ha demostrado ser capaz de aumentar la capacidad de tráfico en un 35%, siendo por ello una fórmula muy eficaz para agilizar el tráfico en su interior y reducir la siniestralidad y la congestión. Pero en qué se diferencia una turbogolorieta de una glorieta tradicional. La principal diferencia la encontramos en el
cambio de diseño de su interior para acoger carriles fijos donde los desplazamientos laterales quedan muy limitados. De este modo,
las turboglorietas obligan a seleccionar desde el acceso qué carril queremos usar en función del cambio de dirección que queramos realizar. Este diseño es el que
pone fin al mal uso que se realiza de la glorieta tradicional donde por desgracia no se respetan las reglas de uso y cada carril es utilizado bajo libre interpretación. El mal uso de los carriles y el movimiento entre ellos en el interior de las glorietas tradicionales es lo que provoca la ralentización del tráfico y la aparición de accidentes.
Gracias a las Turboglorietas o Turborrotondas se limita el desplazamiento lateral, obligando a usar el carril más externo para las dos salidas más inmediatas como máximo, y el carril interior para la segunda salida o sucesivas.
La primera turboglorieta instalada en España se ubicó en la localidad de Grado (Asturias) en el año 2009, sin embargo dado su éxito en la reducción de la congestión ya ha convencido a otras localidades como Vigo, Oviedo o Santander para su empleo.
Su expansión a otras localidades españolas es sólo cuestión tiempo ya que el uso de de este diseño de glorieta ofrece un todo ventajas frente a la glorieta tradicional. Más información:
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