TRAS UNA ACTUALIZACIÓN
Si un conductor prefiere no compartir información con Google Maps, la herramienta limitará sus opciones de navegación en tiempo real.
La última actualización de Google Maps llegó de la mano de importantes novedades… y de un requerimiento para seguir prestando sus servicios. Es cierto que esta herramienta se basa en los datos de geolocalización que le proporcionan sus usuarios, pero ¿qué ocurre con aquellos que se niegan a ceder esta información? Google Maps podría dejar de darles instrucciones para guiarles hasta su destino.
Por ahora, la herramienta sólo ha mostrado el siguiente mensaje a algunos de los conductores que la emplean en Estados Unidos: “Mientras navegas, Google recopila detalles como la ubicación GPS y la ruta que has tomado. Estos datos pueden ser utilizados para hacer que la información, incluyendo las condiciones de tráfico en tiempo real y las interrupciones, sean visible para otros y les ayude a encontrar la ruta más rápida”. A continuación solicita una autorización para utilizar esa información: si nos negamos no podremos emplear algunas de sus funciones de navegación.
En todo momento Google deja claro que lo recopilado no tiene carácter personal y tampoco está relacionado con la cuenta que el usuario puede tener dentro de esta herramienta. Para poder comunicar a los conductores la mejor ruta o informar en tiempo real de las condiciones del tráfico, el sistema de navegación necesita nutrirse de estos datos: no en vano, cada día registra notificaciones sobre mil millones de kilómetros gracias a este tipo de concesiones.
¿Qué sucede si rechazamos la petición de Google Maps?
Cuando un conductor prefiere no compartir información con Google Maps, la herramienta limitará sus opciones de navegación en tiempo real: algunas de ellas no funcionarán. Concretamente dejará de dar instrucciones de voz y desactivará el guiado paso a paso: no dejará de funcionar y tampoco detendrá la orientación, pero el usuario sólo podrá ver la tradicional lista de instrucciones en la pantalla de su teléfono o del sistema de infoentretenimiento.
Este hándicap no supondrá un problema para la mayor parte de los conductores que emplean Google Maps. La razón es sencilla: buena parte de ellos aceptaron esa solicitud cuando utilizaron la aplicación por primera vez. El mensaje lanzado podría tener un fin meramente ilustrativo dentro de la política de transparencia y apertura que Google ha adoptado en torno a las políticas de recopilación de datos y la privacidad de sus usuarios.