NO CORRAS RIESGOS INNECESARIOS
Los incendios en aparcamientos suelen ser repentinos y no permitir la improvisación, de modo que ten siempre presente los pasos a seguir en pro de tu seguridad.
Por desgracia, en un abrir y cerrar de ojos, un garaje de coches en un pacífico edificio residencial puede convertirse en una trampa si, por ejemplo, uno de los vehículos que custodia arde espontáneamente o algún componente eléctrico cortocircuita y se incendia a causa de las humedades que, de forma habitual, presentan las plantas subterráneas. Ante esta alarmante posibilidad, es esencial estar preparado y conocer las medidas adecuadas a seguir para salvaguardar vidas y propiedades.
Los expertos en seguridad comparten desde hace tiempo consejos imprescindibles que podrían marcar la diferencia entre la tragedia y la supervivencia, física y material. Lo primero y, sin duda, más importante es mantener la calma. Al detectar fuego, recuerda que la serenidad es tu mejor aliada para intervenir sin errores que pueden costarnos muy caros en todos los sentidos. Es decir, actúa rápidamente pero sin caer en el pánico.
En segundo lugar, llama de inmediato a los servicios de emergencia a través del 112. Al tiempo que esperas su llegada (si vives en una ciudad, no deberían tardar más de 5 o 7 minutos), evacúa a todas las personas y animales que puedan estar presentes en el garaje y no intentes enfrentarte a las llamas, independientemente de su foco o tamaño, si no estás capacitado para hacerlo de manera segura y efectiva.
Para contener el incendio dentro de tus posibilidades, utiliza un extintor adecuado. La normativa actual (y desde hace muchos años) obliga a contar con varios en función del tamaño del aparcamiento. Eso sí, debes ser consciente de que las baterías de los BEV (vehículos eléctricos) presentan un riesgo adicional, por lo que se recomienda contar con extintores específicos para este tipo de fuegos. Nunca intentes apagar con agua un coche de este tipo si está ardiendo, ya que esto puede causar una reacción peligrosa.
Si el desastre es incontrolable o se propaga rápidamente, cierra las puertas del garaje, si puedes llegar hasta ellas con garantías de no sufrir daños o inhalar mucho humo, a fin de evitar que se extienda a otras áreas como la planta baja o los pisos superior del inmueble, donde se hayan las viviendas. Esto puede ayudar a contener el fuego hasta que lleguen los bomberos.
Por último, una vez que el incendio haya sido extinguido y sea completamente seguro regresar al garaje, realiza una inspección exhaustiva, no sin ayuda de expertos, para identificar posibles riesgos residuales: gases tóxicos, daños estructurales, peligros de electrocución, etc. Además, considera la implementación de medidas preventivas como la instalación de detectores de humo y rociadores automáticos.