La reacción de una pequeña en un concesionario le ha costado un disgusto a su padre
Al pobre padre que protagoniza ésta noticia le ha salido tan caro su visita al concesionario que podría haberse comprado más de un coche nuevo
Los concesionarios son, posiblemente, uno de los lugares donde más "dinero" se concentra por metro cuadrado. A fin de cuentas, en un concesionario se exponen generalmente decenas de vehículos cuyo coste es elevado para un ciudadano medio, de ahí que suelan contar con numerosos sistemas de seguridad y seguros que dejan todo bien "atado" en caso de cualquier contratiempo.
Sin embargo, en ocasiones el destino es tan caprichoso -especialmente cuando al destino le acompaña un niño pequeño con ganas de divertirse- que algo tan aparentemente inocente como un niño pequeño puede jugarnos una mala pasada, sobre todo a los padres de la criatura. Es precisamente eso lo que le ha ocurrido a una pareja que acudió a un concesionario de China para echar un vistazo a las últimas novedades de Audi.
Y es que acudieron también con su niña pequeña, de tres años, que decidió que las informaciones del comercial no le resultaban lo suficientemente interesantes, asi que comenzó a pulular por el establecimiento con un arma secreta: una pequeña piedra que escondía en sus bolsillos, objeto que utilizó como "lápiz de dibujo" para demostrar su arte en la carrocería de hasta 10 vehículos, cuya pintura quedó marcada de forma irremediable.
El concesionario procedió a demandar a la pareja por los daños causados en la pintura de los vehículos, una demanda en la que se reclamaba una cantidad superior a los 30.000€. Pese a que la pareja rechazó abonar tamaña cantidad de dinero, finalmente llegaron a un acuerdo entre ambas partes, por el que la pareja abonaba aproximadamente 10.000€ al concesionario en concepto de daños y perjuicios.