LAS CUENTAS DE LA DGT
La Dirección General de Tráfico ha sacado la calculadora para desvelar el impacto económico y ambiental de nuestras rutinas.
¿Alguna vez te has planteado cuál es la forma más barata de recorrer los kilómetros que forman parte de tus trayectos diarios? Para ahorrarte los cálculos, la Dirección General de Tráfico ha explicado en un gráfico tanto las diferentes alternativas que están a nuestro alcance como su coste económico y ambiental. ¿Cuál es la repercusión en tu bolsillo del coche, el transporte público o la bicicleta?
La DGT ha establecido el mismo escenario para las distintas fórmulas: un trayecto de siete kilómetros que transcurre dentro de una ciudad donde el usuario tiene a su alcance todas las posibilidades. Si utilizamos el filtro económico, evidentemente, hay dos opciones que son claras ganadoras porque su coste es inexistente: desplazarse andando o en bicicleta.
El modo más caro
¿Qué ocurre, sin embargo, cuando comparamos el coche particular con el transporte público? Llevar a cabo ese recorrido en un vehículo de gasolina tendría un coste de 730 euros anuales mientras que si lo hacemos en uno diésel costaría un poco menos: 684 euros al año. Podríamos ahorrar más si nos decantásemos por el autobús (454 euros), por una moto (297 euros) o por el metro (84 euros).
Ahora que sabemos los costes es momento de recordar cómo se mueven los españoles en su día a día: un 48% se decanta por el vehículo particular y un 37% asegura que lo emplea, prácticamente, todos los días. Algo que hacen a pesar de que buena parte de los estudios sobre movilidad urbana recogidos por la DGT aseguran que ir a pie o en bicicleta es más eficaz y más rápido siempre y cuando la distancia recorrida oscile entre los tres y los diez kilómetros.
Las consecuencias para el medio ambiente
A la repercusión en el bolsillo del conductor hay que añadir las consecuencias para el medio ambiente. La DGT también pone de manifiesto los kilos de dióxido de carbono (CO2) que emitimos en nuestros viajes según el tipo de transporte que utilicemos y los árboles que habría que plantar para compensar tanto las emisiones como su coste.
Igual que en el caso anterior, la bicicleta y los viajes a pie son las fórmulas más sostenibles porque no producen emisiones contaminantes. Tampoco hay cambios respecto al ranking anterior en el que poníamos sobre la mesa el resto de medios de transporte: un vehículo de gasolina emite, en un año, 340 kilos de CO2 mientras que uno de diésel se queda en 315 kilos, el autobús genera 211 y las motos se alejan algo más con unas emisiones de 177 kilogramos.
Para compensar estos efectos, la DGT desvela que habría que plantar 162 y 152 árboles en el caso de los vehículos particulares de ambos combustibles, 101 si optamos por el autobús y 66 si nos movemos en moto.