EVITA AVERÍAS Y MULTAS

Por qué nunca más deberías apurar la reserva del depósito de tu coche

La reserva de tu coche deberías usarla sólo en caso de emergencia, pues apurarla puede conllevar averías y hasta alguna multa en caso de descuido.

¿Cuántas veces has apurado la reserva del depósito de combustible en tu coche? Sean pocas o muchas, lo cierto es que es una acción que conlleva riesgos para la mecánica de nuestro coche, además de posibles costes en caso de avería o incluso multa.

Diseñado como sistema de emergencia para conseguir llegar hasta la gasolinera más cercana, la reserva de combustible es una capacidad mínima del tanque que puede rondar entre los 7 y 10 litros, permitiendo así disfrutar de autonomía suficiente para poder repostar combustible en el surtidor más cercano. Es más, en el caso de los coches eléctricos, la estrategia de la reserva también se aplica, contando con un entre un 10% y un 15% de la capacidad de la batería reservados para llegar hasta el punto de recarga más próximo, activando entonces estrategias de consumo a bordo que persiguen la máxima eficiencia y el mínimo gasto energético.

Pero si nos centramos en la reserva de un depósito de combustible, esos litros restantes son los que permiten contar con un extra de entre 50 y 100 kilómetros para poder llegar a la estación de servicio más cercana. Y aunque esta reserva emplea el mismo combustible del depósito, lo cierto es que su uso puede conllevar ciertos riesgos para nuestra mecánica si abusamos de ella a menudo.

La razón principal la encontramos en la presencia de suciedad en la gasolina o el diésel que hemos repostado a lo largo de todos los años y kilómetros que llevamos con nuestro coche. Aunque por regla general el combustible que repostamos cumple con las máximas garantías, es habitual que en el depósito se acumulen ciertos depósitos, aunque sea a muy largo plazo. Es por ello que, al apurar la reserva, el sistema de alimentación succiona esta suciedad, pudiendo provocar obstrucción en el circuito de combustible, la bomba de inyección o los inyectores.

Repostando gasolina | FORD

El filtro de combustible es el encargado de evitar cualquier problema en este sentido, pero no es un componente infalible y además los sistemas de inyección a muy alta presión son muy sensibles a la calidad del combustible. Sobra decir que cualquier problema en el sistema de inyección puede conllevar una cara reparación, más aún cuanto más moderno sea el propulsor afectado.

Sin embargo, más allá de reparaciones, tampoco debemos olvidar que la reserva de combustible es una herramienta que no debemos apurar al máximo, pues la autonomía que brinda es muy variable. Y esto puede ser un problema si nos confiamos, pues agotar la reserva puede llevarnos a la parada total del vehículo, obligándonos a que detengamos nuestro viaje de forma inmediata en cualquier momento y lugar. Esta situación conlleva riesgos, pues la parada del propulsor puede significar el quedarnos sin asistencia en la dirección y/o los frenos, dificultando mucho la realización de cualquier maniobra de emergencia para apartarnos de la vía y no molestar al resto de conductores.

Pero aún hay más cosas a tener en cuenta, pues quedarnos sin combustible también es objeto de sanción por los riesgos comentados anteriormente, suponiendo una multa de entre 200 y 3.000 euros y la posible detracción de puntos del carné de conducir.