MÚLTIPLES PROPUESTAS DE DISEÑO
La marca alemana de automóviles tiene una curiosa historia detrás de su logotipo final. Un escudo que recientemente ha recibido una nueva actualización.
Porsche es una de las marcas más icónicas y representativas del sector del automóvil. Su escudo es uno de los diseños más famosos de la historia y en él cada detalle tiene un gran significado. No obstante, a principios de la década de 1960 fue objeto de algunas críticas. En el archivo de Porsche se conservan algunas propuestas que no lograron superar el corte en su momento.
En 1948 los automóviles de la marca lucían únicamente la palabra 'Porsche'. Con esto valía según la visión de los pragmáticos creadores de la marca para definir lo que actualmente vemos como un icono. Sin embargo, hoy no reconocemos un Porsche por aquellas letras, sino por su famoso escudo.
Tres años después se lanzó 'The Porsche Prize', un concurso para definir el logotipo que debería representar a la nueva marca. Ninguna de las propuestas presentadas cumplía con los requisitos. No fue hasta el año 1952 cuando la marca de alemana tuviese su diseño definitivo. El diseñador Franz Xaver Reimspieß, un talentoso dibujante, creó el logotipo decisivo: un caballo encabritado, tomado del escudo de la ciudad de Stuttgart y representado dentro de los contornos de un escudo dorado.
Xaver Reimspieß no es únicamente reconocido por ser el creador del escudo de Porsche. También la estrella de Mercedes-Benz y el logo de Volkswagen son obra suya. Sin embargo, en la década de 1950, la impresión en color todavía era muy costosa y bastante complicada. No todos los impresores tenían máquinas adecuadas ni era fácil crear planchas o establecer marcas de registro con precisión para que todas las formas se colocaran exactamente una encima de la otra.
También se apreció otro problema: "Los diferentes colores y muchos detalles en su conjunto no proporcionan un efecto visual compacto y coherente en el tráfico rodado". Por lo tanto, se le encomendó a Hanns Lohrer la creación de un nuevo escudo. En principio, se lanzaría con el sucesor del Porsche 356, cuyo proyecto respondía a la denominación interna 'Programa T8'. Pero de aquella propuesta no salió nada.
En 1952 ya se desestimó la idea de renovar un logotipo que ya estaba demasiado establecido como para cambiarse. En la actualidad, se puede decir que es sobre todo una cosa: inequívocamente Porsche. Incluso en su sexta evolución.