UNA MENTIRA LEGAL
El velocímetro de tu coche jamás podrá indicarte una velocidad inferior a la real. La normativa europea obliga a los fabricantes a este elemento del vehículo a 'mentir', ¿por qué?
¿Sabías que el velocímetro de tu coche no marca en ningún momento la velocidad real a la que vas? El velocímetro siempre marca una velocidad superior a la real. Es decir, si nos encontramos circulando por carretera a unos 100 km/h según este dispositivo, la velocidad real será de unos 90 km/h aproximadamente.
Los fabricantes realizan sus vehículos con este 'defecto' por una obligación legal. La normativa europea que regula esto es la UN ECE Regulation 39, estableciendo que "la velocidad indicada no podrá ser inferior a la velocidad real del vehículo, con un margen de error máximo sobre la velocidad real del 10% + 4 km/h". En países como Estados Unidos, esta misma desviación máxima tan solo puede ser del 4%. Una ley que se aplica tanto a velocímetros digitales como analógicos.
Además, existen otros factores que alteran la medición de la velocidad. Es el caso de la presión de los neumáticos o la carga del vehículo. El marcador calibra la velocidad midiendo la rotación de la rueda y del eje de transmisión mediante un sensor que está en la caja de cambios. Por este motivo, en caso de que nuestras ruedas sufran de desgaste o no tengan la presión adecuada, el resultado se puede ver alterado en unos 2 km/h.
Para saber la velocidad real a la que te encuentras circulando los más sencillo es consultar la que indique el GPS. Este dispositivo es más preciso, en parte también porque no tiene la obligación de cumplir con ninguna legislación en aspectos de velocidad, calculándola mediante un sistema basado en la conexión con los satélites.
Otra opción para saber a cuántos kilómetros por hora nos encontramos son aplicaciones de móvil como Waze o Google Maps. Estas apps se conectan al GPS del coche, alertándonos cuando superamos los límites de velocidad. No es el único dato que aportan, también informan de la velocidad media y máxima, el tiempo empleado en el trayecto o la distancia recorrida, así como del tráfico existente.
Esta 'mentira' no solo nos mantiene más seguros en la carretera. También nos sirve como ayuda para evitar posibles multas por exceso de velocidad, ya que si en el velocímetro vamos a la velocidad máxima autorizada, realmente estaremos circulando por unos cuantos kilómetros por hora por debajo del límite. Eso sí, ahora que conoces esta 'trampa' del velocímetro no aproveches para ir más rápido.