LA ALTERNATIVA ECOLÓGICA ESTÁ EN EL MERCADO DE SEGUNDA MANO
Existen modelos eléctricos de segunda mano, como el Renault Zoe o el Nissan Leaf, que pueden encontrarse en torno a los 7.000 euros. Estos vehículos, aunque con autonomía reducida, ofrecen una solución sostenible, económica y suficiente para el uso diario en ciudad.
Los coches eléctricos parecen ser sinónimo de coche caro. Pero no en todos los casos tienen por qué ser así. El mercado de coches eléctricos de segunda mano ha crecido, y quienes buscan un vehículo para uso urbano pueden encontrar opciones accesibles y con múltiples ventajas. Con precios cercanos a los 7.000 euros, existen modelos usados que, aunque con cierta antigüedad y autonomía más limitada limitada, cumplen perfectamente con las necesidades de desplazamiento en ciudad. Además, estos coches conservan la etiqueta Cero de la DGT, lo que permite acceso sin restricciones a las áreas de bajas emisiones y beneficios de estacionamiento gratuito en algunas ciudades.
Para un coche de uso urbano, la autonomía no necesita ser muy alta. Con desplazamientos diarios que generalmente no superan los 50 km, un coche eléctrico de segunda mano puede ofrecer una autonomía suficiente para el día a día, incluso si su batería ha perdido parte de la capacidad original. Modelos como el Renault Zoe Life 40 R90 Flexi de los años 2018, 2019, con unos 100.000 km se pueden encontrar por unos 6.990 euros.
Originalmente podían ofrecer una batería que rondaba los 200 kilómetros de autonomía. Aunque hay modelos con baterías nuevas o cambiadas hace poco, incluso aunque ofrezca la mitad de autonomía, esos 100 km pueden ser suficientes para el uso diario.
Otro ejemplo interesante es el Nissan Leaf en su generación de mediados de década de los 2010, que también se puede encontrar a un precio similar. Este modelo mantiene un rendimiento óptimo en ciudad y puede alcanzar una autonomía muy similar, que hace que incluso con una batería al 60% tengamos autonomía para los desplazamientos diarios, perfecto para quienes buscan un coche práctico y ecológico para no recorrer muchos kilómetros al día.
Y es que, además, no es difícil encontrar con modelos cuya batería supera el 80% de vida útil.
Además del bajo precio de adquisición en el caso de estos modelos, un coche eléctrico permite un importante ahorro en costes de recarga frente al repostaje de combustible.
Por un lado tenemos las recargas en puntos de carga gratuitos públicos. Son los que podemos encontrar en algunos centros comerciales o en determinadas ciudades de España.
Pueden ser una buena opción para cargar batería al ir a hacer la compra, al cine, a cenar, etc.
Las recargas en casa también son más baratas que las realizadas en una estación de servicio con carga rápida. Dado que es un coche que utilizaremos para regresar a casa todos los días, podemos asegurarnos de gastar lo mínimo posible al tener una tarifa barata. Y todo ello sin olvidarnos de que este tipo de carga nos ayudará a cuidar la batería y poder prolongar al máximo la vida útil que le quede.
Curiosamente, si comparamos el rendimiento de un coche eléctrico en ciudad y en carretera con el de un coche con motor de combustión en ciudad y en carretera, es fácil darse cuenta de que el eléctrico es una solución ideal para quienes vayan a hacer sus desplazamientos principalmente en urbano.
Optar por un coche eléctrico, aunque sea de segunda mano, aporta otra ventaja importante en las ciudades: la etiqueta Cero de la DGT. Esta etiqueta permite la circulación en áreas restringidas y zonas de bajas emisiones, cada vez más comunes en las grandes ciudades de España. Además, muchos ayuntamientos ofrecen estacionamiento gratuito o a tarifa reducida en zonas reguladas para vehículos con etiqueta Cero, lo cual aporta un beneficio extra y una mayor comodidad al usar el coche en ciudad.
Si te mueves por ciudad habitualmente y vas al trabajo en coche, incluso en las ciudades pequeñas es probable que gastes ya algo de dinero en zona de aparcamiento. El ahorro que se produce entre unas cosas y otras puede ser un buen motivo para hacerse con un eléctrico.
Si necesitas un coche para trayectos urbanos, un eléctrico de segunda mano en torno a los 7.000 euros puede ser una gran alternativa. Con opciones como el Renault Zoe o el Nissan Leaf (o alguno similar pensado para ciudad), puedes disfrutar de una movilidad ecológica, económica y sin restricciones gracias a la etiqueta Cero.