RADAR
Cada vez hay más tipos de radares en nuestras carreteras, y muchos conductores ya no saben a cuál temerle más. A los clásicos de velocidad o tramo, la DGT ha sumado ahora una nueva herramienta tecnológica: los radares de línea continua.
Cada vez hay más tipos de radares en nuestras carreteras, y muchos conductores ya no saben a cuál temerle más. A los clásicos de velocidad o tramo, la DGT ha sumado ahora una nueva herramienta tecnológica: los radares de línea continua. Su objetivo no es controlar cuánto corres, sino detectar automáticamente a quienes invaden la línea continua para adelantar o cambiar de carril indebidamente.
Estos radares actúan mediante análisis de imagen para detectar vehículos que cruzan o invaden la línea continua. La multa por esta infracción es de 200 euros, sin pérdida de puntos del carnet, aunque es una sanción grave.
En cuanto a su ubicación, actualmente hay muy pocos instalados en España: solo cuatro equipos operativos, todos en la Comunidad de Madrid. Concretamente están en la A-1 (km 15,95), A-2 (km 11,8), A-42 (km 16,9) y A-6 (km 20,2), en sentido decreciente.
Con esta medida, Tráfico busca reducir adelantamientos indebidos y colisiones frontales, una de las principales causas de siniestros graves en vías convencionales. Para los conductores, el mensaje es claro: aunque no veas un radar de velocidad clásico, esta maniobra puede estar siendo captada por estas cámaras automáticas. Respetar la señalización de la línea continua es más importante que nunca.